BRASIL. – La campaña de Jair Bolsonaro (PSL) para elegirse presidente de Brasil viene ocurriendo de manera inusual, con el candidato aún recuperándose del atentado sufrido en Juiz de Fora (MG). Pero el pasado miércoles 17 de octubre, el capitán del Ejército visitó la Arquidiócesis de Río de Janeiro, en la zona sur de la ciudad, y firmó un compromiso con causas conservadoras.
En la visita a la Arquidiócesis, Bolsonaro se reunió con el cardenal arzobispo don Orani Tempesta, y le entregó una carta de intenciones que pretende seguir si es elegido presidente el próximo día 28 de octubre.
«Firmamos el compromiso de defensa de la familia, de defensa de la inocencia del niño en el aula, en defensa de la libertad de las religiones, contrario al aborto, contrario a la legalización de las drogas. «Es decir, el compromiso que está en el corazón de todos los brasileños de bien», afirmó Bolsonaro a la prensa que acompañó la visita.
Luego, el candidato líder en las encuestas aprovechó el desplazamiento para ir a la zona portuaria de Río de Janeiro, donde se encuentra la sede de la Policía Federal. En el encuentro con los agentes, agradeció el compromiso de los policías que hacen su seguridad, conforme a la ley. «He venido a agradecer el apoyo que están dando en mi seguridad, está en ley pero el reconocimiento es muy importante», afirmó.
Preguntado sobre su ausencia en los debates, recordó lo que le sucedió el 6 de septiembre: «Recibí una cuchillada. Yo perdí 2 litros de sangre, me cortaron el intestino grueso, las heces se extendieron por todo mi organismo, fui sometido a una segunda cirugía el día 12 que comenzó nueve de la noche y acabó cinco de la mañana. No es, no fue una broma. Yo perdí 15 kilos y fue un atentado, no tengo duda de eso. No estoy aquí haciendo papel de víctima. Fue una cuchillada. Todo el mundo vio lo que sucedió. No sólo los médicos de Juiz de Fora, así como los de San Pablo, dicen que he sobrevivido por milagro. «Tengo muchas ganas de vivir, estoy con muchas más ganas de disputar las elecciones», dijo.
A continuación, reiteró que no pretende cambiar de estrategia política sin que su equipo de consejeros esté de acuerdo: «Es lógico, política es estrategia. Lula no asistió al debate en el final, hasta el último de la Red Globo, no sé si fue en el año 2006, si no recuerdo mal, no asistió… Es cierto que ni siquiera se puede llegar, pero tenemos una mano en el rango, no se llevarán 18 millones de votos entre ahora y en dos … no va a llegar allí «, agregó, según la información del National Journal.
La religión juega un papel decisivo en la crispada campaña en Brasil, el país con más católicos en el mundo, pero donde las iglesias pentecostales crecieron tanto en número de fieles como en influencia política, con la llamada «bancada evangélica» en el Congreso.
En Brasil, el aborto solo es permitido en casos de violación, riesgo para la madre o grave malformación del feto.
Bolsonaro tiene 59% de intención de voto para la segunda vuelta del 28 de octubre, frente al 41% de Haddad, según la más reciente encuesta Ibope.
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[ Fuente: National Journal ]