EE.UU.- Un estudio científico publicado en el periódico Journal of Ageing and Health llegó a la conclusión que personas en la tercera edad religiosa son propensas a tener mejor bienestar en comparación con los escépticos o incrédulos.
La publicación es de origen de investigadores de la Universidad Baylor, en los Estados Unidos de América, y afirma que las personas mayores, es decir, con más de 65 años de edad, que poseen creencias, tienden a observar las situaciones de la vida con mayor optimismo y autoestima más elevada.
«Lo que descubrimos es que la oración puede estar asociada a diferentes niveles de bienestar, dependiendo de cómo usted percibe a Dios. En pocas palabras, los beneficios psicológicos de la oración para las personas parecen depender de la calidad de su relación con Él», afirmó Blake Kent, investigador en Ciencias Sociales de la Universidad Baylor, al Daily Mail.
El método de investigación se dio por un cuestionario sobre optimismo, autoestima, contentamiento y espiritualidad dirigido a los ancianos divididos en tres grupos: cristianos practicantes, ex cristianos y ateos.
Las muestras de la investigación indicaban que los participantes de fe más acentuada sentían bienestar en sus prácticas espirituales. Los niveles en los otros grupos variaron en niveles más bajos, principalmente los que se sentían «distantes» de aspectos más religiosos.
Sin embargo, los expertos afirman que las personas sin creencia no deben obligarse a creer en algo, porque esta práctica puede afectar la salud mental del individuo y que, por lo tanto, la práctica espiritual es una acción individual cuya variación existe en cada contexto personal. «Hay una falsa idea de que la oración es automáticamente buena para el bienestar, pero ese no es el caso para todos», dijo Kent.
«¿Dios es visto como un puerto seguro? Entonces la oración puede tener un beneficio. Si Dios está lejos o no es confiable, entonces puede ser una historia diferente. Cuando usted no puede confiar en Dios, la oración no está asociada a la búsqueda de ayuda y cuidado, sino con incertidumbre y ansiedad «, finalizó.
