Ayer Israel reeligió a Benjamín Netanyahu, quien rechaza totalmente la creación de un estado palestino, apuesta por más aislamiento y condena a Irán como una amenaza a su seguridad.
La Comisión Electoral de ese país reportó que el oficialista Likud obtendría 32 escaños, mientras que la Unión Sionista 25. Lo que implica una ventaja del grupo oficialista de siete asientos en el Parlamento, que tiene 120 escaños en total.
Aun antes de conocer estas cifras, el primer ministro se declaró ganador en unas elecciones muy cerradas que parecían darle la ventaja en la contienda para formar al siguiente gobierno del país.
En un discurso dijo que “contra todo pronóstico” su partido Likud y el bando nacionalista aseguraron una “gran victoria”.
Netanyahu dijo que ya comenzó a llamar a potenciales socios, incluso aseguró que se comunicará con el presidente Barack Obama.
Durante toda la madrugada de hoy, fueron contabilizados los resultados Las primeras encuestas de salida mostraban que el Likud estaba empatado con la Unión Sionista, de centro izquierda. Pero los resultados indican que Netanyahu tendrá una tarea fácil para formar una coalición mayoritaria con aliados de línea dura y religiosos.
Con Netanyahu al frente, Israel ha fortalecido su presencia en Cisjordania, agregando colonos judíos a un punto en el que el territorio podría pronto volverse inseparable de Israel. Junto con los judíos que habitan la ocupada y anexada parte oriental de Jerusalén, hay aproximadamente 600 mil judíos viviendo en territorio ocupado.
El lunes pasado, el mandatario declaró que no permitiría la creación de un Estado Palestino si era elegido.
Al respecto, la nación vecina respondió que llevarían su caso contra Israel a tribunales de crímenes de guerra y otros organismos internacionales.
EE.UU. no conforme
El presidente de EE.UU. Barack Obama, está revisando los supuestos estratégicos sobre el papel del país norteamericano como escudo de Israel frente a la presión internacional, señala un reporte del sitio web Político.
El portal especializado en el mundo de la burocracia de Washington, señala que enfurecidos por la posición de Netanyahu frente a los palestinos, los altos funcionarios de la Administración Obama no descartan la posibilidad de un cambio en la posición estadounidense en las Naciones Unidas, donde Washington ha protegido tradicionalmente a Israel frente las resoluciones hostiles promovidas en ese organismo internacional.
“Las posiciones adoptadas por el primer ministro en los últimos días de la campaña han planteado problemas de fondo muy importantes que van mucho más allá de una simple cuestión de óptica”, expresó un alto funcionario del gobierno norteamericano, quien agregó que las recientes acciones del gobierno de Jerusalén están en consonancia con la retórica de Netanyahu.
“Estamos indicando que si la posición del gobierno israelí ya no es la de procurar un Estado palestino, vamos a tener que ampliar el espectro de opciones que buscaremos en el futuro”, apuntó el funcionario.
Politico sostiene que no hay prácticamente ninguna posibilidad de que EE.UU. recorte su apoyo financiero o militar a Israel; pero en el futuro, el gobierno de Netanyahu podría ser vulnerable en los foros internacionales, si Washington deja de protegerá a Israel frente a las críticas hostiles.
“Creo que la Administración va a estudiar muy de cerca a la posibilidad de unirse, o al menos no bloquear una medida internacional en la ONU de replantear los parámetros para poner fin al conflicto”, dijo el presidente del lobby pro-israelí izquierdista J Street, Jeremy Ben Ami a Político.