NOTICIACRISTIANA.COM – La Biblia enseña, que Dios es un Dios de orden, porque todo lo hace de manera organizada. En el libro de Éxodo, se explica cómo el pueblo de Israel, se convierte en una nación o en un ejército organizado, al servicio de Dios.
El Dr. Lucas Márquez, en su análisis al segundo libro del Pentateuco, explica que aquí se nos relata, cómo en Israel cada familia era un ejército de cinco miembros. Es decir, que los hijos de Israel salieron armados de Egipto, en grupos de cinco.
“Más bien, Dios los hizo dar un rodeo por el camino del desierto del Mar Rojo. De Egipto, los hijos de Israel salieron armados”.
Éxodo 13:18
Márquez, describe que esa sombra del pueblo de Israel, en el Nuevo Pacto es lo que indica el apóstol Pablo, que cuando nos convertimos a Cristo, somos personas civiles en su reino. Sin embargo, advierte que esa mentalidad civil nos traiciona, y queremos ser desordenados y no aprendemos a ser ordenados. En este sentido, apunta que el orden divino acaba con nuestro desorden, porque para marchar en el evangelio, debemos estar en armonía con las personas correctas.
“Tú, por tu parte, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y tampoco el que lucha como atleta es coronado, si no lucha legítimamente”.
2 Timoteo 2:3-5
“Israel salió como un ejército que no estaba preparado para la guerra, por eso Dios los sacó por el Mar Rojo. Entonces, esa sombra indica que nosotros fuimos redimidos por la sangre del cordero de La Pascua, pero hoy Dios nos transforma en un ejército poderoso. Sin embargo, en la actualidad se perdió en el camino ese espíritu militar, combativo, todo nos agobia, necesitamos una reimpronta, tal como Pablo le escribió a Timoteo”, expresa Márquez.
“Las armas con las que luchamos no son las de este mundo, sino las poderosas armas de Dios, capaces de destruir fortalezas”, 2 Corintios 10:4.
“No militamos según la carne, sino según el espíritu, porque las armas de nuestras milicias no son carnales. Somos parte de un reino cuyas fuerzas vividas somos todos nosotros, que renunciamos a nuestra libertad individual. Nos debemos al consenso de la tropa, al cuerpo de Cristo, andamos entrenados y ordenados. Esa es la sombra de Israel, donde estaba implícito el concepto de ejército, donde Dios es nuestro jefe, y somos salvo por obedecer”, acotó Márquez.
Asimismo, señala que cuando salieron de Egipto experimentaron la vida nueva, una importación de vida o un nuevo comienzo de vida. “Israel salió de Egipto con Cristo adentro, al comerse el Cordero, salen de Egipto siendo el domicilio del Cordero”, precisa Márquez.
“Ustedes salen hoy en el mes de Aviv”
Éxodo 13:4
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