Catedral de Cristal expulsa a su fundador Rev. Robert H. Shuller

La Junta Directiva de Catedral de Cristal, expulsó a su máximo líder y fundador al Rev. Robert H. Shuller. Robert Anthony Schuller, (hijo del pastor H. Shuller), asegura que fue por “haber propuesto la adición de nuevos miembros a la junta”, según publica el diario Los Ángeles Times.

La noticia de la expulsión del pastor Shuller (84 años de edad), se reveló el domingo por la noche. Robert Anthony Schuller, dijo que en Catedral hay una “plaga de conflictos e intereses. «Se le dio una patada fuera…. Me siento mal por él, porque él le ha dedicado toda su vida”.

El pastor Schuller, había sido un miembro sin derecho a voto, pero influyente, de la junta, sin embargo, no pudo ser contactado para hacer comentarios. Jim Coleman, presidente de la Catedral de Cristal y esposo de la hija de Schuller, no quiso hacer comentarios cuando fue contactado por teléfono la noche del domingo, por Los Ángeles Times

La esposa de Coleman, Sheila Schuller Coleman, había tomado el control de la iglesia hace dos años, marcando un rompimiento familiar que ha perseguido el ministerio, que culminó con su quiebra.

“El liderazgo de la iglesia y las finanzas son un caos es algo inusual», dijo Bauler Dory, de 82 años, un antiguo miembro de la Junta Directiva de Catedral de Cristal, sobre todo refiriéndose a Jim Coleman, que también confirmó la expulsión de Schuller.

“Es una situación muy triste. Un ministro del Medio Oeste, Schuller, comenzó a predicar en el sur de California en 1955 desde el techo de una tienda de bocadillos en un autocine. el crecimiento de la iglesia fue impresionante en el Condado de Orange. También fue el nacimiento de la popular serie semanal «Hour of Power», que llegó a millones de espectadores”, dijo Bauler Dory.

Schuller, como presidente de Catedral de Cristal, renunció en el 2006 y entregó las riendas a su hijo, pero Robert Anthony Schuller, renunció en medio una discordia dos años más tarde. Entonces Sheila Schuller Coleman, se convirtió en pastor. Los ingresos empezaron a caer drásticamente, y la iglesia parecía paralizada por el drama familiar.

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