NOTICIACRISTIANA.COM.- El reverendo Arturo Laguna lidera la iglesia Casa de Adoración en Phoenix. Esta una congregación de evangélicos mayormente de inmigrantes latinos con alrededor de 100 miembros.
Su papel como pastor se complica cada temporada electoral en Arizona, uno de los estados clave para la elección presidencial. “Para los miembros de mi congregación, el voto no es un asunto intelectual; es una cuestión de fe y espiritualidad”, explica Laguna, reflejando las tensiones en una comunidad que, aunque conservadora en temas sociales, también está profundamente preocupada por la falta de reforma migratoria y la retórica antiinmigrante.
Esta es una realidad que afecta a muchos evangélicos latinos en EE. UU., quienes a menudo se encuentran en un dilema ético y político en momentos de elección.
Evangélicos latinos en crecimiento: una fuerza electoral en auge
A medida que las iglesias protestantes blancas han experimentado una disminución en sus congregaciones, los evangélicos latinos han ganado prominencia como una de las poblaciones religiosas de más rápido crecimiento en los Estados Unidos. De acuerdo con un estudio del Centro de Investigación Pew, alrededor del 15% de los latinos en el país se identifican como evangélicos protestantes, una comunidad que se ha consolidado como un bloque de votantes influyentes y codiciados por ambos partidos en los últimos ciclos electorales.
Aunque en términos generales la población latina tiende a inclinarse hacia los candidatos demócratas, el comportamiento de los evangélicos latinos ha sido menos predecible. En las elecciones de 2020, aproximadamente seis de cada diez votantes evangélicos latinos apoyaron a Donald Trump, y un reciente estudio de Pew revela que cerca de dos tercios de los protestantes latinos planean votar por Trump en las próximas elecciones. Este respaldo contrasta con el apoyo de otros grupos religiosos latinos, como los católicos hispanos y los no afiliados religiosamente, quienes en su mayoría respaldan a Kamala Harris.
Desencanto y “homelessness” político en la comunidad evangélica
La comunidad de evangélicos latinos vive una especie de «homelessness» político, un sentimiento de desplazamiento y desencanto con ambos partidos. Agustín Quiles, presidente y fundador de Mission Talk, una organización de justicia social cristiana en Florida, explica que muchos evangélicos latinos están divididos entre sus valores conservadores, como la oposición al aborto, y su deseo de ver reformas en inmigración y justicia penal. Aunque algunos se sienten ofendidos por la retórica antiinmigrante de Trump, también consideran que los demócratas no han sabido entablar conversaciones efectivas sobre temas clave para la comunidad, como el aborto y los valores familiares.
“El silencio que vemos entre los evangélicos latinos no significa que no vayan a votar”, señala Quiles, quien agrega que en muchas iglesias evangélicas blancas con alta presencia de latinos e incluso inmigrantes indocumentados, la distancia entre los mensajes desde el púlpito y las perspectivas de la congregación se vuelve evidente. “Los feligreses toman selectivamente lo que les sirve de las enseñanzas”, dice Quiles, refiriéndose a la capacidad de los fieles para filtrar mensajes políticos.
Pastores y la política en las iglesias evangélicas latinas
En muchas iglesias evangélicas latinas, el enfoque en temas políticos varía. La pastora Lori Tapia, líder nacional de Obra Hispana y Discípulos de Cristo en Arizona, asegura que, a diferencia de las congregaciones evangélicas blancas, la política no suele ocupar un lugar central en la vida de la iglesia. Sin embargo, menciona que en estas congregaciones existe un interés en líderes políticos que promuevan políticas de compasión y progreso en áreas críticas, como la educación y la inmigración. “Aquí, la compasión siempre es una pieza más fuerte”, comenta Tapia, añadiendo que muchos evangélicos latinos están frustrados por la lentitud en temas de reforma social.
La pastora Jacqueline Tavarez, de la Iglesia Pentecostal de Dios en Raleigh, Carolina del Norte, comparte esta perspectiva y observa que sus congregantes suelen enfocarse más en el impacto de las políticas que en las figuras políticas mismas. “Nuestra comunidad no se preocupa tanto por la política en sí; se preocupa por leyes que afectan el trabajo, la educación y las oportunidades”, explica Tavarez. Para muchos evangélicos latinos, los temas de aborto y leyes sobre identidad de género son vistos como amenazas a los valores familiares, mientras que otras políticas sobre empleo y seguridad son igualmente decisivas a la hora de votar.
Influencia de los evangélicos latinos en estados clave
Con un número creciente de evangélicos latinos en estados clave como Arizona y Nevada, ambos partidos intentan acercarse a esta comunidad diversa y compleja. John P. Tuman, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Nevada, Las Vegas, observa que los evangélicos latinos en iglesias más grandes y de habla inglesa suelen inclinarse hacia el conservadurismo. Sin embargo, en comunidades que forman sus propias congregaciones y llevan a cabo servicios en español e incluso en idiomas indígenas como el otomí, las perspectivas políticas tienden a ser más variadas.
En el caso de Nevada, donde la economía y la seguridad son temas críticos para los latinos evangélicos, el pastor Willie Pagan, quien lidera una iglesia de 700 miembros en North Las Vegas, menciona que sus congregantes están preocupados por el estado económico y la creciente inseguridad en la ciudad. “La gente quiere estabilidad económica, y aunque algunos apoyan a los republicanos, otros temen la posibilidad de deportación para ellos o sus seres queridos”, comenta Pagan, quien ve una lucha real y constante entre los valores religiosos y las políticas migratorias.
¿Hacia dónde se inclinarán los evangélicos latinos?
La importancia de los evangélicos latinos en las próximas elecciones es innegable. Mientras los republicanos buscan el respaldo de una comunidad con valores conservadores en temas sociales, los demócratas intentan acercarse a través de mensajes de justicia social y derechos de inmigración. Sin embargo, la comunidad sigue sintiéndose dividida y, en muchos casos, políticamente «sin hogar».
La decisión final de estos votantes podría influir en los resultados en estados clave y reflejar una tendencia creciente de búsqueda de candidatos que promuevan no solo sus valores religiosos, sino también políticas de compasión y equidad. Como expresa el reverendo Juan García de Virginia, “Jesús no es demócrata ni republicano… El valor más importante que debemos vivir como cristianos es el amor”. Esta perspectiva resume el dilema y la esperanza de una comunidad en busca de representación justa y políticas que reflejen sus valores y preocupaciones en esta crucial temporada electoral.
