NOTICIACRISTIANA.COM- Una pareja de pastores, fue víctima del Covid-19, por lo que tuvieron que ser ingresados al hospital Estatal de Santa Casa de Cuiabá (Brasil), donde juntos afortunadamente pudieron vencer la enfermedad.
La pastora, Romilda Pinto, de 67 años de edad, y el pastor Claudionor Lucas Cardoso de 69 años, contrajeron el virus al mismo tiempo.
Romilda, expresó que quien empezó a presentar primero los síntomas de Covid-19 fue el pastor, pues padecía fiebre alta y debilidad, luego ella empezó a tener mucha tos y cansancio.
Ante estas señales, la pareja decidió consultar con un médico de la familia quien les recetó algunos medicamentos, al no sentir mejoría, se trasladaron hasta el Hospital Estatal de Santa Casa, donde estuvieron internados durante cuatro días.
Juntos en todo momento
Ambos esposos fueron recluidos en la misma habitación y pese a sus complicaciones de salud, no fue necesaria la ayuda de respiradores.
El pulmón de Romilda se vio afectado en un 60% y el de su esposo en un 45%.
Luego de haber vencido la batalla del coronavirus, los pastores aseguran que ahora es “un nuevo comienzo para los dos”.
La pareja relata, que mientras estuvieron en el hospital, los profesionales de la salud los trataron con gran afecto, celo y dedicación.
Siempre estuvieron juntos en la misma habitación mientras se recuperaban, “Dios conoce el alivio de nuestros corazones por eso”, dijo Claudionor.
Demostraron gratitud por el tratamiento que recibieron en el lugar, no obstante, expresó que “somos sanados por el honor y la gloria del Señor”.
Los pastores fueron sometidos a exámenes de tomografía, y definieron que ese momento era crucial para la emoción y la credibilidad del tratamiento.
“Cuando alguien llega al hospital, llega frágil y el servicio afecta nuestro estado estado emocional. El servicio brindado por los profesional de Santa Casa nos fortaleció, nos hizo creer en el tratamiento que recibiríamos”, expresó la mujer.
Gratitud
Enfatizó en que los cuidados que recibieron por el parte médico y enfermeras, les ayudó a su pronta recuperación.
“Agradezco a las enfermeras, médicos, señoras de la limpieza y otros profesionales que realizan sus tareas de manera eficiente y cuidadosa. Nunca los necesité, pero la atención que recibí en la unidad fue inolvidable ”, puntualizó Romilda.
El pastor y su esposa nunca perdieron la fe que saldrían de ese lugar sanados, agradecen a Dios por haberlos colocado en un lugar de excelencia, de donde salieron fortalecidos y con la salud restaurada.
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