La violencia se desató en Egipto tras extenderse el rumor de que los cristianos planeaban construir una iglesia no autorizada. La inseguridad, desde la caída de Mubarak, ha aumentado por todo el país.
Según Asia News, el pasado sábado 25 de junio centenares de mahometanos asaltaron la localidad de Awlad Khalaf, con el resultado de 3 cristianos heridos de gravedad y varias casas incendiadas (foto). En Minya, 2 jóvenes cristianas fueron secuestradas y obligadas a abrazar la fe de Mahoma.
La violencia anti cristiana se ha convertido en un hecho cotidiano, que cuenta con la aprobación de la corrupta policía egipcia y el ejército. Los líderes religiosos, aprovechan cualquier pretexto para lanzar soflamas incendiarias contra los cristianos, cuya vida se desenvuelve entre el miedo continuo y la angustia.
Egipto, cuenta con unos diez millones de cristianos coptos reducidos a la condición de ciudadanos de cuarta categoría en su propio país, sin embargo, tanto sufrimiento no ha sido tenido nunca en cuenta por las ONGs occidentales o Naciones Unidas.
El origen de la explosión de odio contra la comunidad cristiana de Awlad Khalaf, se encuentra en el hecho de que un cristiano llamado Wahib Halim Attia estaba construyendo una casa de 350 metros cuadrados cuando, al parecer, la licencia otorgada le permitía edificar sólo 95 metros cuadrados, lo que indujo a pensar a los musulmanes que, en realidad, los cristianos planeaban establecer una iglesia.
Las “fuerzas del orden”, que tardaron 3 horas en llegar al lugar donde se habían producido los incidentes, detuvieron a algunos asaltantes de entre 10 y 14 años, pero no a los instigadores que siguen en libertad.
El vacío de poder creado tras la salida de Mubarak, ha incrementado el número de secuestros de adolescentes y jóvenes cristianas coptas, que son obligadas a convertirse al Islam y a contraer forzado matrimonio con sus secuestradores musulmanes.