Oficialmente, el gobierno comunista de China defiende el ateísmo, pero a diferencia de la antigua Unión Soviética, ya no ven la religión como «el oprobio del pueblo», según indicó el nuevo director de la Administración Estatal de Asuntos Religiosos, Wang Zuoan.
«El Partido Comunista Chino, comenzó a ver la religión con una perspectiva más positiva», dijo Wang Zuoan en una reciente entrevista con el Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista de China. «La antigua Unión Soviética y las naciones del (extinto) Pacto de Varsovia no pudieron hacerle frente a las cuestiones religiosas. Esto sirvió como una gran lección para China», agregó.
El director reconoce que «la influencia de la cultura occidental en China, incluyendo el cristianismo, ha aumentado enormemente… lo normal es que una religión se consolide durante el proceso de modernización de un país… la sociedad china es cada vez más tolerante. Las personas ya no son acosadas por seguir una religión… El gobierno chino concede a la religión un papel más positivo, alentando a adaptarse a la sociedad socialista», dijo.
«Básicamente, la religión defiende la paz, la reconciliación y la armonía… y puede desempeñar un papel importante en la sociedad. Sin embargo, debido a muchos factores complejos, la religión puede convertirse en una tentación para la agitación y el antagonismo. Uno debe ser muy claro en este punto», concluyó Wang.
Sin embargo, en la práctica, la persecución continúa. A mediados de noviembre, alrededor de una docena de agentes de la policía entraron en la Iglesia Cristiana Nanle, provincia de Henan. Zhang Shaojie, es el pastor de la iglesia, y más de 23 miembros fueron detenidos y llevados a un lugar desconocido.
Desde entonces nadie sabe de ellos y aun están vivos. La detención arbitraria ha generado una ola de protestas por parte de los miembros de la familia y la iglesia, que se ha reunido frente a la estación de policía local. Según China Aid, una misión internacional que lucha por los derechos religiosos en China, las autoridades amenazaron y algunos manifestantes fueron detenidos, entre ellos dos hermanas del pastor.
El arresto del pastor Shaojie, terminó provocando un efecto dominó negativo para el gobierno. Lo primero que se produjo, un día después, fue que el Comité Central del Partido Comunista prometió acabar con el programa de «reeducación por trabajo». Ya son 50 años de duración que ha durado esta ley, que permite a cualquier ciudadano ser condenado a hasta cuatro años de prisión por la policía, sin pasar por un juicio.
El otro inconveniente es que la iglesia pastoreada por Shaojie, no era una reunión ilegal que tuvo lugar en un hogar. Se trata de una iglesia que posee registro del gobierno. Debido a esto, una nueva preocupación ha generado en los millones de cristianos chinos que creían que el gobierno finalmente dejaría de perseguirlos.
La libertad de religión está garantizada por el artículo 36 de la Constitución de China, a pesar de que se limita solo para los organismos religiosos autorizados por el Estado. Todos los que practican su religión fuera de estos parámetros pueden ser acusados de participar en actividades ilegales.
Oficialmente, el número oficial de cristianos en China, es de unos 20 millones, dos tercios son evangélicos. La religión con más seguidores en China es el budismo. Según el gobierno, luego viene el Islam. Juntos reúnen cerca de 60 millones de seguidores.
Las ONG cristianas estiman que puede haber hasta 50 millones de “iglesias subterráneas”, llamadas así porque se reúnen sin la autorización del gobierno.
Traducido y adaptado por NoticiaCristiana.com de Christian Post Charisma News y Wtax