SIRIA.- Sesenta y tres iglesias han sido dañados o destruidas hasta ahora durante cuatro años de guerra civil en Siria, dice la Red Siria para los Derechos Humanos –SNHR, por sus siglas en inglés –.
En un informe de 21 páginas, publicado por primera vez en árabe el pasado 7 de mayo y ahora en inglés, el grupo de derechos, conocido por ser anti-gobierno, lanzó un ataque fulminante contra las fuerzas del presidente sirio, Bashar al-Assad, alegando que eran los responsables de casi dos tercios de los ataques.
El SNHR culpa a las fuerzas de oposición, 14 grupos extremistas islámicos, siete de ISIS, seis, del Frente Al-Nusra. Los 40 restantes son culpa del régimen «despiadado» de al-Assad.
El informe, “Objetivos de lugares de culto cristianos en Siria”, tomó cinco meses para compilarse dice el SNHR, que afirma y que verifica que cada una de sus fotos y videos fueron proporcionados por los lugareños y obtenida por los medios sociales. Sin embargo, el grupo reconoce que «no podrían haber sido capaces de documentar todos los incidentes».
El Dr. Wael Aleji, portavoz de SNHR, reconoce en el informe que la guerra es a menudo indiscriminada ya que «los cristianos y sus lugares de culto han sufrido tanto como el resto del pueblo sirio. Misiles Scud, armas químicas o bombas de cañón no diferencian a cristianos y no cristianos».
Sin embargo, ambos grupos extremistas y las fuerzas del gobierno y la oposición están acusados de cometer crímenes de guerra a través de «ataques deliberados» contra las iglesias, y no sólo ataques «al azar». Los tres también están acusados de violar el derecho internacional mediante el uso de iglesias como bases militares.
En un informe ponderado pesadamente contra el gobierno, hay que señalar que, aunque testigos oculares informan de un incidente donde las tropas del gobierno deliberadamente profanaron y quemaron una iglesia en Kasab, una fuente contactada por World Watch Monitor, reclamó afirmando que la responsabilidad recae en el grupo islamista al-Nusra.
Mientras tanto, sólo ISIS está acusado de transportar cruces de iglesias para luego romperlas, además de quemar cuatro iglesias. Tanto ISIS y el Frente al-Nusra están acusados de saquear las iglesias y destruir sus iconos religiosos.
En conclusión, el SNHR pide a la ONU que «adopte nuevas medidas para garantizar la seguridad de los civiles» y «aumente la presión sobre los países que apoyan a las fuerzas del gobierno» porque «todos han cometido crímenes contra la humanidad y deben rendir cuentas».
