Desde que las grandes empresas de medios del mundo decidieron parar la difusión de las ejecuciones bárbaras del Estado Islámico, con el pretexto de no «hacer propaganda» a su ideología, se creó la impresión de que las ejecuciones habían terminado.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) los extremistas musulmanes están crucificando personas «todos los días» durante el mes sagrado del Ramadán. La razón es que no se están respetando las normas que obligan a los fieles a ayunar todo el día. Las últimas acusaciones es que las ejecuciones públicas como crucifixiones, volvieron a «reforzar» los principios del grupo.
Generalmente, esto es reservado para los cristianos, que son llamados infieles por no seguir las premisas del Corán. El Presidente de SOHR, Rami Abdulrahman, dijo que es imposible conocer la identidad de los ejecutados, pero las fotos dan motivo para condenar lo que están haciendo, pues muchos de estos cristianos son llamados «espías» o «aliados de los cruzados», término medieval para referirse a los ejércitos cristianos que llevaron las cruzadas para liberar la Tierra Santa.
El Observatorio dijo que un tribunal de la Sharia [ley religiosa islámica] ha condenado a decenas de víctimas incluyendo a mujeres y niños.
Batalla final puede estar próxima
Perdiendo terreno cada día por las fuerzas leales al gobierno de Siria y por los bombardeos rusos, los yihadistas están disminuyendo. Para algunos analistas, la organización terrorista ha perdido más de un tercio del territorio original del «Califato» que proclamaron en 2014. Crecen los rumores de que su líder está muerto por lo que no se ha visto públicamente en los últimos meses.
Omar Lamrani, que ayudó a preparar el informe de Stratfor dice: «En cuanto a las principales áreas que el grupo ocupa en Siria – en la provincia septentrional de Alepo, Raqqa y Deir ez-Zor – tomamos nota de que [los terroristas] siguen perdiendo terreno a su auto proclamado imperio».
Para él, es necesario tener en cuenta que la mayor parte del territorio controlado por los terroristas es ahora un desierto.
La provincia de Alepo en Siria es fundamental para la supervivencia del Estado Islámico, porque por allí llegan nuevos miembros, así como las armas y municiones procedentes de Turquía. Las fuerzas kurdas están avanzando sobre la región por lo que en poco tiempo será liberado.
Muy cerca se encuentra Dabiq que, según las profecías islámicas, será el escenario de la batalla final del Apocalipsis.