Son abundantes las denuncias sobre niñas y mujeres que están siendo vendidas en los mercados de esclavos gestionados por el Estado Islámico. Por otra parte, los golpes, la violación colectiva, el asesinato y la tortura llevadas a cabo por el grupo terrorista contra los hombres y mujeres de todas las edades, imponen «condiciones de vida que causan una muerte lenta».
Todo esto está presente en el informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de las Naciones Unidas sobre Siria, encabezado por el brasileño Paulo Sergio Pinheiro. El problema es que el Estado Islámico de Irak y al-Sham (ISIS por sus siglas en inglés) solamente está siendo condenado por practicar el genocidio contra la minoría étnico religiosa yazidi.
La ONU se niega a reconocer que los crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra de los radicales islámicos también incluyan cristianos. Por desgracia, la organización internacional sigue la decisión del gobierno de Obama, que se niega a admitir el hecho.
Por otra parte, el Congreso aprobó por 393 a 0 reconocimiento de que el genocidio en la región incluya cristianos. La decisión similar fue tomada por el Parlamento Europeo.
Al parecer, la vida de los yazidis tiene un valor diferente a cualquier cristiano. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH) publicó el documento que aborda las violaciones de los derechos humanos en la región.
La única mención de los cristianos, está en el párrafo 162 que afirma: «En el territorio controlado por ISIS, las condiciones de vida son muchas veces precarias …. el derecho a la existencia de los cristianos dentro de cualquier estado islámico existente en cualquier momento, se reconoce, siempre que paguen el impuesto religioso de yizya».
La represión es la misma para todas las minorías
No hay censura pública contra los actos de barbarie cometidos por igual contra los cristianos. Sin embargo, la prensa mundial ha estado vendiendo durante al menos dos años de que los yazidis sufren el mismo tipo de persecución que todos los demás grupos «no musulmanes».
La diferencia es sólo geográfica, ya que esta minoría se concentra en el norte de Irak, mientras que los cristianos se encuentran dispersos a lo largo de la mayor parte de Irak y Siria, así como en el norte de África, donde otros grupos extremistas hacen una limpieza étnica y religiosa similar, jurando lealtad al Estado islámico.
El comité de la ONU instó al reconocimiento internacional del genocidio, pero hace hincapié en la necesidad de «garantizar la protección de la minoría religiosa yazidi en el Medio Oriente». Ahora, pide que estos crímenes sean llevados ante un tribunal internacional.
También se envió una solicitud al Consejo de Seguridad que tenga «urgente» la situación en Siria ante la Corte Penal Internacional o establezca otro tribunal que juzgue las violaciones al derecho internacional cometidas en la región.