LAGOS, NIGERIA. – Lagos, es la segunda ciudad más grande de África. Con siete millones de habitantes que viven en una época de ajustes, tratando de resolver los problemas de la superpoblación. Uno de los objetivos de la ciudad es para que sea una «ciudad sin ruidos» para el 2020.
La decisión de cerrar los templos que emitan ruido por encima lo permitido dio como resultado al cierre de 10 iglesias entre 2007 y 2009. En 2014, el programa alcanzó el ápice, ordenando que cerrasen las actividades de 24 congregaciones y ahora 70 han sido clausuradas.
Bola Shabi, un funcionario de la Agencia de Protección Ambiental, dijo: «No vamos a permitir más la existencia de estas iglesias improvisadas en el estado». Él se justifica afirmando que la mayoría son edificios que nunca fueron terminados totalmente o tiendas de campaña utilizadas para cultos y cruzadas.
El gobierno ha estado tomando medidas en base a las quejas de los vecinos. Además de las iglesias, la ciudad cerró algunos hoteles, mezquitas e incluso discotecas. El comisario para el Medio Ambiente, Tunji Bellow dijo a la prensa: «No es cierto que las mezquitas e iglesias molestan a otras personas con el ruido de sus actividades, simplemente porque están adorando a Dios».
Sin embargo, él afirma, además, que, en algunos casos, en la misma calle existen cuatro o cinco iglesias que hacen servicios simultáneamente. «Esto es inaceptable, no lo vamos a tolerar», concluye.
El actual presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, un musulmán. Ha demostrado una gran complacencia con las actividades del grupo extremista Boko Haram, que domina el norte del país y que ha estado matando a los cristianos continuamente en los últimos años.