KENIA.- Con la derrota del Estado Islámico en Irak y la pérdida de casi todo su territorio en Siria, nuevos grupos extremistas parecen querer «heredar» la fama de amenaza mundial. Los jihadistas del Al-Shabab, con sede en Somalia, decapitaron a nueve cristianos en un ataque en el interior del vecino Kenia.
Las autoridades kenianas afirman tener preocupaciones que el grupo haya decidido adoptar una «nueva y sangrienta estrategia». El ataque ocurrió en la aldea de Jima, en el condado de Lamu.
Según el testimonio de un pastor local, los soldados fueron de casa en casa exigiendo que los habitantes se identificasen y aquellos que afirmaban ser cristianos, eran asesinados. Esta fue una acción deliberada, con el objetivo de ser anunciado públicamente.
No es la primera vez que los soldados de Al-Shabab promueven decapitaciones de «infieles», pero parecen ser parte de una estrategia de generar inseguridad en las vísperas de las elecciones presidenciales de Kenia el próximo día 8 de agosto.
Sabiamente, los jihadistas están ligados a Al Qaeda y desde el año pasado viene siendo considerado el grupo extremista islámico más mortífero de África, habiendo matado a 4,200 personas sólo el año pasado.
Los expertos creen que los ataques recientes son una demostración de fuerza, pues Kenia está entre los cinco países que enviaron tropas para ayudar al gobierno de Somalia a combatir la insurgencia de Al Shabab.
Amenaza a los EE.UU.
Al mismo tiempo que mata a los cristianos, Al-Shabab está amenazando al presidente Donald Trump, después de haber declarado una «guerra contra el Islam». En un vídeo publicado en internet esta semana, los jihadistas lo llaman el «presidente más estúpido que un país ha tenido» y de «multimillonario sin cerebro».
El presidente keniano Uhuru Kenyata lanzó recientemente una ofensiva contra los terroristas islámicos y tuvo la ayuda de Estados Unidos. El objetivo declarado del grupo extremista es combatir a los «enemigos del Islam». Además de Somalia y Kenia, han actuado en Yemen, un país que se encuentra actualmente en guerra civil, según publica Christian Post.