Autoridades chinas ejecutaron a un minero de la etnia Han, porque atropelló a un pastor mongol. La acción del gobierno chino provocó las peores protestas que nunca había ocurrido en la región autónoma de Mongolia Interior, ya que esta es una etnia mayoritaria en China.
El minero Li Lindong, que atropelló con su camión al pastor Mergen, fue ajusticiado el pasado 18 de agosto, según la información regional de la agencia de noticias Xinhua en Mongolia Interior, aunque tanto las autoridades judiciales locales como el gobierno central se negaron ayer facilitar más detalles.
El pastor Mergen fue atropellado cuando bloqueaba el acceso de los mineros a su localidad, en la Liga de Xilingol, donde otros pastores locales protestaban contra la contaminación y el exterminio de sus pastos debido a las explotaciones de carbón.
El atropello de Mergen, acaecido el 10 de mayo, siguió el de otro miembro de su etnia también por enfrentamientos con los mineros chinos, desplazados a la región para explotar los recursos naturales que China necesita para alimentar su crecimiento económico.
Todo lo acontecido generó las protestas más numerosas que se han registrado en la región autónoma en dos décadas, donde menos del 20% de la población, estimada en 25 millones de residentes, son de etnia mongol, debido al avance de los colonos han.
El conflicto étnico en Mongolia Interior se une a otros similares registrados en las también regiones autónomas del Tíbet y Xingjiang desde 2008 y hasta este verano, donde las minorías autóctonas, tibetanos y uigures, se quejan de vivir en un clima de represión y exterminio de su cultura y modo de vida.
Otro minero que acompañaba a Li cuando atropelló a Mergen, Lu Xiangdong, fue condenado en junio por homicidio a cadena perpetua, junto con otros dos obreros que bloquearon los accesos para evitar que la policía llegara a la escena del crimen.