NOTICIACRISTIANA.COM. En China los creyentes o simpatizantes del cristianismo enfrentan un futuro peligroso e inseguro ya que el gobierno central y los locales hacen cumplir la legislación que restringe aún más la libertad religiosa.
Este 1 de febrero, se promulgaron nuevas leyes en China, las cuales otorgan al gobierno un control adicional sobre las actividades religiosas cotidianas.
La Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional, establece las disposiciones emitidas por China, como es la enseñanza que promueve el Partido Comunista y que debe propagarse en las reuniones religiosas.
La información adicional será obligatoria, incluida la obtención de un permiso oficial para efectivamente cada reunión religiosa.
Los funcionarios del gobierno tienen autoridad de supervisión sobre los cambios de liderazgo, gastos mayores y eventos de construcción.
Los funcionarios del gobierno provincial deciden cómo y en qué medida implementarán las leyes nacionales.
Esta aplicación puede variar según el área. Algunas partes de la nueva ley también son vagas, lo que deja incertidumbre sobre lo que realmente significa para los cuerpos religiosos.
Gobierno continúa con amenazas
El presidente de Biblias para China, Kurt Rovenstine, dice: «No puedo hablar específicamente de las restricciones que están impresas. Pero sí sé dos cosas: que hay un poco de miedo sobre qué y cómo se implementará”.
Sin embargo, las tensiones son altas ya que la gente espera para saber qué cambios les esperan a sus iglesias.
Rovenstine continúa: «Sé que [hay] muchos de nuestros amigos que simplemente temen que exista este … lento arrastre del gobierno en los negocios de la Iglesia [que] se acelerará».
Por otro lado también el gobierno chino está llevando a cabo una evaluación y revisión de los textos religiosos, incluyendo la Biblia y el Corán, y podrían modificar pasajes considerados incompatibles con los valores socialistas.
Actualmente, las revisiones y regulaciones no han cambiado la estructura de Biblias para China.
Con todo su trabajo realizado a través de vías legales, no han sentido la represión de la misma manera que otros.
Venta prohibida de la Biblia
El gobierno del presidente Xi Jinping ha encabezado una campaña implacable contra las iglesias no oficiales en China, que según algunos cálculos atienden hasta a treinta millones de personas.
Xi, al parecer preocupado de que el culto independiente amenace al dominio del Partido Comunista en la vida cotidiana china, ha buscado que el cristianismo se someta de manera más firme al control del partido.
El año pasado, el gobierno prohibió la venta en línea de la Biblia, quemó cruces, demolió iglesias y obligó a que se clausuraran por lo menos media decena de lugares de culto.
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