Hollywood parece haber encontrado algo de fe en películas con contenido religioso, o por lo menos fe en la capacidad de estas películas para hacer dinero. Una serie de nuevos estrenos en octubre dispararon el interés de los medios por la nueva tendencia.
El primer estreno fue «Facing the Giants», que ha sido producida por una Iglesia bautista y utiliza una historia basada en el fútbol americano de instituto para presentar el mensaje cristiano.
En sus primeros 10 días la película recaudó 2,7 millones de dólares, muy por encima de su bajo presupuesto de 100.000 dólares, informaba el 10 de octubre el Washington Post. Según el periódico, hace tres años, los miembros de la Iglesia baptista Sherwood en Albany, Georgia, decidieron hacer una película. Ha logrado ser un éxito, a pesar de la gran falta de experiencia del reparto y el equipo.
El protagonista de la película es un entrenador de fútbol en un instituto que tiene problemas personales y profesionales. Su vida cambia cuando adopta una filosofía de vida basada en la Biblia.
Los entusiastas del cine religioso tienen otros títulos disponibles. «One Night With The King», otra película recién estrenada, se basa en el libro de Ester del Antiguo Testamento.
La película, con un presupuesto de 18 millones de dólares, ha sido producida por Paul Crouch. Su empresa, Gener8xionEntertainment, fue fundada para dejar mensajes cristianos en la cultura, informaba el Dallas Morning News en un artículo del 7 de octubre.
A finales de octubre, se estrenó «Conversations With God», basada en un libro de Neale Donald Walsch, un autor descrito por el Dallas Morning News como miembro de la Nueva Era (New Age). Walsch reivindica que se tengan conversaciones con el Todopoderoso.
A inicios de diciembre llegará «The Nativity Story», de New Line Cinema. Como «La Pasión de Cristo» de Mel Gibson, la película fue filmada en parte en Matera, Italia.
Éxito de taquilla
El interés en las películas religiosas aumentó tras el éxito de la «La Pasión de Cristo», de Gibson. Esta película recaudó en taquilla 370 millones de dólares en los Estados Unidos, y casi 612 millones en todo el mundo, observaba el Dallas Morning News. Luego llegaron «Las Crónicas de Narnia: el León, la Bruja y el Armario», que sumó 745 millones de dólares en total. Y «El Código da Vinci», que al menos está basada en un tema religioso, aunque no sea favorable a la religión, recaudó 754 millones de dólares.
Las películas estrenadas en octubre vienen de pequeños productores independientes, pero los estudios mayores también están interesados. Los Angeles Times informaba el 19 de septiembre de que Fox Entertainment, una división de la News Corporation de Rupert Murdoch, está estableciendo una división llamada FoxFaith. Tienen planes para producir más de una docena de películas al año
«Una parte del mercado está hambrienta de este tipo de contenidos», afirmaba Simon Swart, director general de la unidad de entretenimiento de Fox para los Estados Unidos. Según Los Angeles Times, FoxFaith tendrá como destinatarios a los cristianos evangélicos. Las películas se basarán en libros cristianos y tendrán presupuestos relativamente pequeños, de unos 5 millones de dólares.
La Fox dio este paso tras inaugurar el año pasado la página web FoxFaith que ya ha vendido 30 millones de títulos de DVD con base cristiana a vendedores al por menor cristianos.
El interés de la industria del cine en la religión tiene, no obstante, sus inconvenientes. El 25 de agosto, el Times de Londres informaba de que una película sobre Santa Teresa de Ávila está levantando protestas. Benedicta Ward, profesora de Historia de la Espiritualidad Cristiana en la facultad de Teología de la Universidad de Oxford, criticó «Teresa: Death and Life». Ward ha escrito la introducción a una edición reciente de la autobiografía de Santa Teresa.
Criticó la película por su fijación excesiva en la virginidad y sexualidad de Santa Teresa, y afirmó que habría sido más correcto históricamente que la película se concentrara en las actividades místicas y espirituales de Teresa.
Una televisión negativa
La religión pasa peores momentos en la pequeña pantalla. Hace poco, la BBC del Reino Unido recibió fuertes críticas. El 1 de octubre su programa de la BBC1 Panorama emitió un documental, «Los Crímenes Sexuales y el Vaticano». Alegaba el encubrimiento de la Iglesia católico de los abusos sexuales contra niños cometidos por sacerdotes, y acusaba al entonces cardenal Joseph Ratzinger de ser responsable.
Las acusaciones hechas por la BBC son «malévolas y falsas y basadas en una presentación falsa de los documentos de la Iglesia», afirmaba en una carta el 2 de octubre el arzobispo de Westminster, el cardenal Cormac Murphy-O’Connor. El cardenal también expresó su sorpresa por el hecho de que la BBC no hubiera intentado contactar con la Iglesia en Inglaterra para obtener información exacta sobre el tema.
«Habrá muchos, no sólo católicos, que se preguntarán si la BBC ya no desea ser verdaderamente objetiva en algunas de sus emisiones», añadía el cardenal Murphy-O’Connor.
La BBC ya había recibido críticas por una serie en tres partes sobre los milagros, informó el periódico canadiense National Post el 22 de julio. Entre otras cosas la emisión sugirió que el cuerpo de Jesús pudo haberse arrojado a una grieta de desperdicios y haber sido comido por los perros, en vez de resucitar.
«Parece que siempre es el cristianismo el que recibe un tratamiento investigador y negativo», afirmaba Peter Kearney, portavoz de la Conferencia Episcopal Escocesa, según el National Post.
En los Estados Unidos, se criticó a la NBC por una decisión tomada respecto a una serie de televisión de dibujos animados para niños, «VeggieTales». La serie contiene material religioso y fue adquirida recientemente por la NBC. Tras comprar los derechos, la NBC ordenó que la mayor parte de las referencias a Dios y a la Biblia fuesen eliminadas, informó el New York Times el 23 de septiembre.
La misma semana que la NBC censuraba «VeggieTales», daba su visto bueno a un concierto televisado de la cantante Madonna que incluía una escena de la crucifixión condenada rotundamente como ofensiva para los cristianos.
Aceptar el desafío
Para orientar a los católicos en el uso de los medios, algunas conferencias episcopales han publicado guías. En agosto, la Conferencia Episcopal Canadiense publicaba un documento titulado «Los Medios: Un Desafío Fascinante para la Familia».
Los medios tienen un poder inmenso debido a su penetrante presencia, observaban los obispos. Esto puede ser positivo, si los medios informan y educan. «Pero también tienen la capacidad de dañar a la familia al presentar una visión falsa de la vida, el amor, la familia, la moralidad y las creencias religiosas», advertía el documento.
Recomendaba que las familias se entrenaran para ver los medios con ojo crítico, basándose en su fe y en la pasión por la verdad. Los obispos también pedían a los fieles que realizaran su propia contribución en la comunicación del mensaje de la Iglesia a través de los medios. Sugirieron que reaccionaran a los ataques de los medios contra la religión por medio de protestas.
Poner los «medios al servicio de la familia» significa poner un límite al tiempo que se pasa usando los medios de comunicación social y elegir los programas apropiados, especialmente para los niños. El documento precisaba una serie de recomendaciones a los padres sobre cómo instruir a sus hijos en el uso de los medios.
En febrero, la Conferencia Episcopal Australiana publicaba «Ve a decírselo a Todos: Una Carta Pastoral sobre la Iglesia y los Medios». Los prelados reconocían los aspectos positivos de los medios, por ejemplo, con ocasión de la muerte del Papa Juan Pablo II y la elección de Benedicto XVI.
Sin embargo, no todo es positivo. La carta invitaba a los miembros de la Iglesia a ser «usuarios críticos», no «consumidores pasivos» de los medios. Exhortando a los fieles, la carta comentaba: «La fuerza de nuestro mensaje radica en la autenticidad con que se presenta».
Y concluía: «Cada uno de nosotros está llamado a progresar en la fe y a jugar con valor nuestro papel en un uso sabio y bueno de los medios en la proclamación de la Buena Nueva de Jesucristo hasta el fin del mundo».
P. John Flynn
Zenit