Un comité de rabinos de la comunidad ultra-ortodoxa ha prohibido a las mujeres, seguir cursos universitarios para perfeccionar sus conocimientos. Educadoras y maestras estudian renunciar a sus carreras o rebelarse ante tales limitaciones.
El diario Haaretz, que da cuenta de ese dictamen, considera que se trata de un golpe devastador contra miles de mujeres de la comunidad dedicadas a la educación en su red de escuelas, que es independiente de la que imparten las escuelas públicas.
Las educadoras y las maestras esperaban el dictamen desde el último año nuevo año hebreo 5767, celebrado en septiembre del año pasado, y por ese motivo se privaban de continuar con sus cursos de capacitación, entre estos los universitarios y en seminarios.
De momento, se ignora si optarán por obedecer y renunciar a esos estudios o si se rebelarán ante tales limitaciones.
Ese dictamen se inscribe en el marco de tres polémicos asuntos en el corazón de la sociedad ultra-ortodoxa: el de los límites de la educación para la mujer, la norma que exige a las casadas trabajar para mantener el hogar mientras sus maridos estudian en las academias religiosas, y la autoridad de los rabinos.
Las nuevas directivas suprimen la posibilidad de seguir programas de educación equivalentes al primer grado universitario.
Las graduadas en seminarios ortodoxos para desempeñarse como maestras en las escuelas de la comunidad podrán tramitar certificados de trabajo un año después de graduarse, y esto para que en ese período puedan contraer matrimonio.
Esas reformas, promovidas por el rabino Yehuda Leib Steinman para ampliar los horizontes en el campo de la educación para las mujeres de la comunidad no fueron bien recibidas por sus colegas en los últimos años pues se oponen a que sigan cursos universitarios.
Los rabinos conservadores, agrega el rotativo israelí, objetan las ambiciones de las mujeres que desean seguir carreras profesionales por temor a que encuentren otros trabajos fuera del gueto de la educación.
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