Los niños en los orfanatos de Ucrania viven en condiciones deprimentes. La comida es escasa, su salud es pobre y tienen pasados muy difíciles.
Pero Lars Dunberg de Global Action (Acción Global) comenta que un campamento de 10 días de duración puede cambiar vidas: «El primer campamento que hicimos fue probablemente el grupo de niños más difícil que hemos tenido. Vinieron de un orfanato en Kiev, eran chicos más grandes y algunos de ellos, al llegar, dijeron: ‘No vamos a tener nada que ver con su Cristo. Nosotros adoramos a Satanás y vamos a seguir haciéndolo'».
Sin embargo, mientras se desarrolló el campamento, los niños fueron atraídos a las enseñanzas bíblicas y comenzaron a hacer preguntas. El último día, muchos de ellos entregaron sus vidas a Cristo. Dunberg agrega: «En un dormitorio había 17 jovencitas. Una era creyente y 16 no eran cristianas. La última noche, en ese dormitorio había 16 creyentes y una no cristiana».
Ore por el crecimiento espiritual de estos nuevos cristianos que regresan a sus orfanatos y comienzan a seguir a Cristo.