BRASIL.- El candidato a la presidencia del PSL, Jair Bolsonaro, concedió su primera entrevista tras el atentado que sufrió el 6 de septiembre, durante un mitin en Juiz de Fora (MG).
Hablando con el periodista Augusto Nunes, de Joven Pan, en la noche del lunes, Bolsonaro respondió a preguntas sobre una variedad de temas. En la parte inicial, explicó que no culpa a la Policía Federal por el hecho de haber sido apuñalado. Varios policías acompañaban al candidato, siguiendo la ley electoral. También dijo no creer que el agresor, Adélio Bispo, haya actuado solo.
Respondiendo a cuestiones de economía, reiteró que sus modelos son Japón, Corea del Sur e Israel. Para Bolsonaro, Brasil tiene un gran potencial no explotado y que el cambio debería comenzar por el fin de las regalías, venta o cierre de «estatales ociosas». Volvió a decir que no hará el juego político de «vale todo» para gobernar.
En varios momentos, el político habló sobre su convicción que podría no haber sobrevivido si no fuera por la intervención divina. «Estoy vivo por una obra de Dios», aseguró, diciendo que los médicos veían el tipo de corte que sufrió como fatal. Durante la conversación, usó el término «milagro» más de una vez para hablar sobre su situación de salud.
A su lado, el hijo Flávio Bolsonaro, diputado estadual en Río de Janeiro, testificó que supo que su padre había sido apuñalado a través de un reportero. El político estaba en la Asamblea Legislativa y se dirigió al gabinete de otro diputado, evangélico como él.
Llegando al lugar, había cerca de 15 pastores y todos ellos intercedieron por la vida de Jair, lo que le dio mucha tranquilidad de que su padre no moriría. Flávio también cree que Dios actuó en favor de Jair.
Al final de la entrevista, el presidenciable del PSL reiteró que no predica la división de las personas, ni ataca a mujeres, gays y negros. En un discurso conciliador, fue sincero al decir que tal vez no fuera el ideal, sino que era «el mejor entre los candidatos» que se presentaron este año.
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