NOTICIACRISTIANA.COM.- Un evangelista se enfrentó a un médico brujo mientras se encontraba realizando un ministerio en Haití. Él fue usado para sanar muchas personas y les transmitió el poder liberador de Dios.
Concluyendo su ministerio fue invitado por uno de los pastores a caminar a su aldea en la montaña. También se le preguntó si amablemente predicaría en el servicio dominical, a lo cual el evangelista accedió, informa Charisma News.
«Una vez que llegué a la cima de la montaña, para mi sorpresa, se abrió a una hermosa meseta salpicada de pueblos y una humilde iglesia rural. Llegamos a la iglesia justo antes del anochecer y rápidamente nos llevaron a nuestros dormitorios para descansar un poco y estar preparados para el servicio del día siguiente», dijo el evangelista.
Ya estando acostado el evangelista empezó a escuchar ruidos de tambores golpeando, gente bailando y gritando rítmicamente. Lo cual hizo que las paredes de madera contrachapada de sus cuartos temblaran.
El evangelista se levantó a preguntarle al pastor que estaba sucediendo. Rapidamente le contestó que se trataba de una ceremonia vudú. Que era realizada por un brujo que vivía al lado.
A la mañana siguiente, el evangelista se enfrentó al medico brujo y le dijo: «médico brujo, la mano del Señor ciertamente está contra ti, y Él te echará de esta montaña». Después del enfrentamiento siguió con sus labores.
Luego de terminar su servicio esa mañana, el evangelista regresó a Puerto Príncipe, para posteriormente volver a su país.
Año siguiente
«No había pensado mucho en ese incidente hasta que regresé a Haití el año siguiente. Donde una vez más recibí una invitación para regresar a esa misma montaña. Cuando llegamos mi amigo el pastor, comenzó a mostrarme los alrededores y estaba muy orgulloso de todas las renovaciones que habían hecho desde mi visita, tan solo un año antes», dijo el evangelista.
«El pastor me condujo a través de la misma puerta desde donde hace apenas un año presenciamos esa terrible ceremonia vudú. Luego me llevó al interior de lo que una vez fue la casa del brujo vudú. Me detuve y le pregunté: ¿A dónde fue el médico brujo?». «No sé … ¡simplemente desapareció!», respondió el pastor.
Inmediatamente fui vivificado por el Espíritu cuando me habló y dijo: «Ni una palabra que pronuncies en mi nombre caerá al suelo sin nada».
«El Señor no solo echó a ese obrero de iniquidad de la cima de la montaña, ¡sino que le dio a la iglesia toda su propiedad!», finalizó diciendo el evangelista.
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