NOTICIACRISTIANA.COM. – El testimonio de Flávia Bonfim revela cuánto el amor de Dios puede manifestarse de muchas maneras, especialmente en una cama de hospital. Hospitalizada para tratar una enfermedad pulmonar rara, dijo que recibió la visita de un “médico vestido de blanco” y se curó poco después.
Todo comenzó el 1 de diciembre de 2021, cuando la joven comenzó a sentirse mal durante la noche. Por la mañana, le contó a su madre la dificultad que estaba sintiendo.
Flávia inició una verdadera saga en busca de un diagnóstico y tratamiento. Empleada de una librería de la Iglesia Bautista Attitude, ubicada en Barra da Tijuca, Rio de Janeiro (RJ), acudió inicialmente al Hospital Lourenço Jorge.
Mientras buscaba un médico, la joven sufrió. “Era un dolor que no sé ni medir, se sentía como si me estuvieran clavando muchos cuchillos y no podía pararme derecho”.
En el hospital, el primer médico que atendió a Flávia pensó que tenía el virus de la influenza. Le recetó y le dio de alta. En casa, sin embargo, los síntomas empeoraron y empezó a hincharse.
Después de horas de sufrimiento y un nuevo examen, los médicos pudieron diagnosticar correctamente la enfermedad de Flavia. “El médico dijo que pocas veces había visto tanto aire fuera de los pulmones de una persona, dijo que yo tenía enfisema subcutáneo y pidió que me internaran”.
Flávia tenía neumotórax, neumomediastino y enfisema subcutáneo, condición caracterizada por la presencia de aire fuera de los pulmones, en este caso por fisura en uno o ambos órganos.
El medico de blanco
Hospitalizada para recibir tratamiento, Flávia pasó 22 largos días en el hospital y ya no tenía esperanzas. “Me resigné a no pasar la Navidad en casa o tal vez, hasta el cambio de año. Pero le agradecí a Dios que estaba viva”, dijo.
Sin embargo, el día 23, una anciana que estaba hospitalizada en la cama junto a la joven, le hizo una pregunta insólita: “Flavinha, ¿quién era ese médico que te hablaba a las 6 de la mañana?”.
En ese momento, Flávia estaba durmiendo y no había sido vista por ningún médico, pero la anciana paciente estaba convencida de lo que había visto, incluso dando detalles de la “visita”.
“Este doctor estaba todo de blanco, hasta te sentaste en la cama a hablar con él y después de hablar se fue y te volviste a dormir”, dijo la mujer. Horas después, Flávia se hizo un nuevo examen y el resultado fue que ya no tenía ninguna enfermedad en el pulmón. El mismo día fue dada de alta, al igual que la paciente que había tenido la visión.
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