NOTICIACRISTIANA.COM.- Un predicador callejero que fue arrestado por predicar en Canterbury, Inglaterra, mientras se realizaba un evento LGBT, está pidiendo a los cristianos que “no retrocedan y no se inclinen, ante” el movimiento gay.
En una entrevista con Christian Post, Ryan Schiavo, un predicador callejero nacido en Estados Unidos, que normalmente pasa la mitad del año en el Reino Unido, habló sobre su arresto el 10 de junio.
Schiavo y un amigo «fueron a Canterbury solo para evangelizar», como suelen hacer, insistiendo en que no sabía que se estaba llevando a cabo un evento de orgullo gay: «No fue hasta que llegamos y… nos dirigíamos a la ciudad, que nos dimos cuenta de que había un evento de orgullo real y era bastante opresivo. Quiero decir, había banderas de arcoíris, letreros de arcoíris, mucha gente vestida con [colores] de arcoíris y arcoíris pintados en las caras”.
Una multitud lo rodeó
Cuando Schiavo compartió Romanos 1: 18-32 , que resumió como una discusión sobre «Dios juzgando a la sociedad debido a la maldad» y «la inmoralidad sexual y el comportamiento homosexual», comenzó a formarse una multitud a su alrededor. Según Schiavo, «Había dos personas que interrumpían en particular, que me lo estaban poniendo muy difícil, uno era un chico y una chica».
Tres oficiales llegaron donde estaba Schiavo, “bastante agresivo, descontento, exigente, tratando de incriminarme con las preguntas que me hacía y quería saber exactamente lo que yo decía. ¿Vas a ir a otro lado? ¿Vas a dejar de hacer esto?”, dijo Schiavo quien le respondió al policía: “No sé si me detendré, pero la Palabra tiene que ser predicada”.
Las imágenes de video proporcionadas a Christian Post, demostraron el arresto del predicador callejero, cuando el amigo de Schiavo solicitó que los oficiales proporcionaran una razón para el arresto, uno de ellos acusó al predicador de violar la ley de «orden público relacionado con el odio» que prohíbe la «discriminación».
Sin Biblia y tratados
Aunque fue puesto en libertad a las 3:15 de la mañana siguiente, expresó su preocupación, porque “se quedaron con mi Biblia, mi micrófono, mi altavoz y mis tratados evangelísticos. Los retuvieron y afirmaron, que esta es una evidencia que es parte de la investigación”.
“No estamos viviendo en una sociedad justa e imparcial en Estados Unidos o en el Reino Unido”, advirtió. “Y la última línea de defensa no es el ámbito político, no son los medios conservadores. Es la Iglesia de Jesucristo. Y los cristianos tienen que estar dispuestos a sufrir aunque eso signifique perder su trabajo, perder amigos, la familia no los comprende o incluso si los meten en la cárcel o los golpean o los matan. Porque en última instancia, nuestra primera responsabilidad es hacia el Señor Jesús y a la verdad, no a nuestra propia satisfacción y comodidad”, dijo.
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