NOTICIACRISTIANA.COM.- Después de perder a su bebé Ray a las 26 semanas de embarazo, Jacob y Jennilee Mire se enfrentaron a un dolor profundo, así lo informó CBN News.
“La muerte de un bebé nos destruyó”, dijo Jacob, y Jennilee añadió: “Lo único que importaba en ese momento era Dios”.
Sin embargo, dos meses después, Jennilee quedó embarazada nuevamente. A pesar del miedo inicial, confiaron en las promesas de Dios.
Durante un servicio religioso, Jennilee tuvo una experiencia espiritual que le renovó la fe. Sin embargo, en la ecografía de las 20 semanas, el médico les informó que el cuello uterino de Jennilee estaba completamente dilatado, lo que podría causar otro aborto.
Tras orar intensamente, un médico pudo cerrarle el cuello uterino, pero dos semanas después, Jennilee entró en trabajo de parto prematuro.
Antes del nacimiento, el neonatólogo les explicó los posibles problemas de un bebé de 23 semanas: ceguera, sordera, parálisis cerebral y dependencia de asistencia respiratoria. Madelyn, su hija, nació y enfrentó una infección grave y meningitis, lo que complicaba su supervivencia.
Jacob y Jennilee se apoyaron en la oración y en Dios durante este tiempo difícil.
A pesar de los pronósticos, Madelyn mejoró notablemente. A los 18 días, le quitaron el ventilador y pudo respirar por sí sola.
Los problemas cardíacos también se resolvieron sin intervención médica. “Definitivamente fue un milagro”, dijo Jacob. Madelyn fue dada de alta mucho antes de lo esperado, sin necesidad de tubos de respiración ni alimentación.
Hoy, Madelyn es una niña sana, sin secuelas de su nacimiento prematuro. “Con Maddie siendo un milagro, somos súper fuertes en nuestra fe”, dijo Jacob. Jennilee añadió que su experiencia fortaleció su creencia en los milagros y en el poder de la oración.
Publicado por: NOTICIACRISTIANA.COM.- Agradecemos su fidelidad con nuestro medio de comunicación. Le invitamos a suscribirse al boletín informativo y activar la sección de notificaciones en la portada de nuestra página web.