NOTICIACRISTIANA.COM.- Tres de los rehenes recientemente rescatados comparten partes de su calvario de cautiverio. Muestran resistencia y fuerza a pesar de sus desgarradoras experiencias de tortura física y mental.
Según el informe, los tres rehenes rescatados vivieron en una habitación oscura durante seis meses, durmiendo en pequeños colchones en el suelo. Su única conexión con el mundo exterior era a través de los guardias que les traían comida y ocasionalmente los maltrataban.
Los ex rehenes compartieron que podían escuchar a la familia gazatí que vivía abajo, incluyendo a sus hijos, pero nunca los conocieron. Sin embargo, un día, cuando la familia salió, se les permitió bajar y usar la cocina.
Se daban castigos cuando los rehenes no se adherían a las estrictas reglas de sus captores de Hamás. Los castigos incluían encerrarlos en el baño, apilar mantas sobre ellos durante el clima caliente, y amenazar repetidamente con matarlos.
A pesar de las dificultades, los rehenes aprendieron árabe, se enseñaron hebreo o ruso entre ellos, y llevaron un registro del tiempo en diarios. Los tres se hicieron amigos cercanos, y este vínculo les ayudó a soportar las dificultades.
A veces, sus guardias les decían que a nadie le importaban o que nadie vendría a rescatarlos. Sin embargo, en el cumpleaños de Meir se les permitió ver una emisión de Al Jazeera en árabe. Vieron una manifestación en Tel Aviv de las familias de los rehenes, donde él informó que reconoció su cara en los carteles entre la multitud.
“Le hizo sentir que no había sido olvidado”, dijo Aviram Meir, tío de Almog.
Desvelando el trauma
Otros rehenes liberados anteriormente sólo revelaron un relato completo del abuso que sufrieron más de un mes después del hecho. Describieron cómo los mantenían en túneles subterráneos y cómo experimentaron abuso mental, físico y sexual.
El Dr. Itai Pesach, parte del equipo del Centro Médico Sheba en el centro de Israel que trató a los rehenes rescatados, dijo que su apariencia inicial se debía en gran medida a la adrenalina en sus cuerpos y la alegría de su liberación.
La operación de rescate se llevó a cabo bajo un fuerte fuego de Hamás en las calles abarrotadas de Nuseirat en el centro de Gaza. Pesach dijo que es probable que el peso de los rehenes cambiara durante el cautiverio debido al miedo, el estrés y el abuso. Señaló que mostraban signos de atrofia muscular y desnutrición y habían perdido la capacidad de realizar ciertas actividades.
Cuando los tres rehenes masculinos llegaron a Israel, aparecieron bien arreglados, con cabezas afeitadas y barbas limpias. Aviram Meir describió la piel de su sobrino como pálida. “No habían visto el sol durante ocho meses”, dijo.
Posibles cambios
La exitosa operación de rescate obligará a Hamás a cambiar la forma en que esconde a los rehenes. Pero no necesariamente aumentará la gravedad de sus condiciones, dijo Yunes al-Zarai, un comentarista político palestino..
“Probablemente se asegurarán de que no haya más de un rehén en el mismo lugar. Y moverán a los rehenes con frecuencia para evitar la detección. Su aparato de seguridad gestionará estos arreglos”, dijo Al-Zuraie.
No está claro aún dónde mantuvieron a los tres rehenes masculinos antes de trasladarlos a la casa de rescate. Mantuvieron a Argamani en casas con otros rehenes antes de que llegara a la ubicación final. Rehenes liberados anteriormente informaron que los mantenían en túneles subterráneos.
Según fuentes conocedoras, los operativos de inteligencia estadounidenses en Israel ayudan a localizar a los rehenes. El hecho de que los tres rehenes masculinos estuvieran juntos durante tanto tiempo sin una operación de rescate indica el alto nivel de inteligencia requerido para un rescate exitoso, dijo Avi Kalo, ex comandante de asuntos de rehenes en el ejército israelí.
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