NOTICIACRISTIANA.COM.- En 2013, Tina sufrió la rotura de un aneurisma carotídeo, un evento muy grave con pocas posibilidades de supervivencia.
Ese día la mujer se sintió muy estresada y decidió tomar una ducha para relajarse, según lo informó Gospel Prime.
Poco después, su hijo John la encontró inconsciente en el baño y llamó a su padre, Randy, quien contactó de inmediato al 911.
En el hospital, los médicos informaron a Randy que la situación era crítica, ya que una arteria en el cuello de Tina se había roto, causando sangrado en su cerebro. Le dijeron que se preparara para lo peor, pero Randy sintió un mensaje de Dios que le decía: “Ella vivirá y no morirá”.
A pesar del diagnóstico negativo, Randy y muchos otros oraron fervientemente por la recuperación de Tina.
Milagrosamente, Tina sobrevivió la noche, aunque quedó paralizada del cuello para abajo. Los médicos advirtieron que, incluso si sobrevivía, podría enfrentar serios desafíos físicos y cognitivos, incluyendo la posibilidad de un estado vegetativo persistente.
Siete días después de la cirugía, los médicos despertaron a Tina del coma. Contra todo pronóstico, Tina estaba completamente consciente y pudo hablar con claridad.
Aunque inicialmente tenía más del 90% de su cuerpo paralizado, Tina comenzó a recuperar la sensibilidad y movilidad. Una semana después, pudo ponerse de pie con ayuda y al día siguiente dio sus primeros pasos sola.
Tina regresó a casa con sus hijos siete semanas después del aneurisma, algo que los médicos describieron como milagroso.
Tina y Randy expresan su profunda gratitud por la intervención divina y el apoyo recibido. Randy afirmó: “Jesús es completamente fiel y nunca falla”.
Tina considera cada día como un regalo y está agradecida por la segunda oportunidad que le han brindado.
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