Cristianos se arriesgan predicando en «zonas prohibidas»

ORIENTE MEDIO. – Los cristianos continúan compartiendo el evangelio incluso en áreas altamente peligrosas en Oriente Medio. Algunas de ellas son lugares donde el ideal del grupo terrorista Estado Islámico (EI) continúa vivo en la mente de los habitantes y cualquier manifestación no islámica está prohibida.

William, un trabajador cristiano que ha servido durante años en Asia Central y Oriente Medio, comentó sobre la situación en una reunión de Puertas Abiertas de los Estados Unidos. «Los cristianos locales nos cuentan que el EI fue derrotado, pero sus ideas radicales todavía ocupan la mente de aquel pueblo», citando como ejemplo Mosul, Irak, que se quedó cerca de cuatro años en manos de los yihadistas.

«Usted tiene las aldeas musulmanas alrededor del área cristiana. Muchos de esos musulmanes no quieren que los cristianos vuelvan y lo dejan muy claro», agregó.

Dando un relato de primera mano, William recuerda que existen lugares en Irak y Siria donde es extremadamente inseguro para que los cristianos muestren su fe visiblemente. Cosas sencillas como, por ejemplo, usar una cruz es un riesgo en estas «zonas prohibidas» para quien no es islámico. «Si usted es un cristiano y desea entrar en esas regiones, necesita ser extremadamente cuidadoso», advierte, dejando claro que lo mismo ocurre en países vecinos, como Irán.

«Aún así es alentador ver que la gente todavía está atestiguando. Ninguna área está cerrada al Evangelio porque es Dios quien pone en el corazón de las personas la voluntad de ir y predicar, a pesar de los peligros, conmemora.

El trauma de las persecuciones y ejecuciones dejó marcas profundas en la población cristiana que antes de 2014 que vivía en relativa paz con los musulmanes, que son mayoría en Oriente Medio. Todavía hay miles de cristianos viviendo en campos de refugiados, sin saber si un día puede volverán a casa.

«Cuando el EI fue expulsado, los soldados pusieron fuego en el 70% de las casas de los cristianos. En la mayoría de ellas, todo lo que estaba dentro fue destruido», recuerda William, que trabaja con ONG cristianas y seglares que están tratando de ayudar a las personas a recomenzar la vida. Los puertos abiertos ya han reformado cerca de 1.500 casas, pero este no es el único problema.

«No hay empleo, no hay infraestructura, no hay agua, no hay electricidad, el sistema de alcantarillado está destruido», lista él. Hay muchos casos de personas que abandonaron el islam y pasaron a seguir el cristianismo al ver las atrocidades cometidas en nombre de su antigua religión.

Evangelización y perdón

Hay cuestiones bastante complejas que afectan a los no islámicos, como la prohibición de portar biblias. En otros lugares, la persona sólo puede tener una sola copia de la Biblia. «Si vienen con dos entonces una es para distribuir, y la evangelización está prohibida», explica el obrero.

En los tiempos de internet, aunque sea precaria la señal, en áreas remotas de Oriente Medio es a través de los celulares que los creyentes se conectan con otros. Ya sea por los medios sociales o las aplicaciones de mensajería, las copias digitales de la Biblia son leídas y compartidas por los smartphones.

La vida de quien sobrevivió a los años de terror del EI no es fácil. William dice que en Irak «100% de la población sufre algún tipo de trauma» debido al conflicto violento. Este es también un aspecto distintivo de los cristianos sobrevivientes.

«Ellos se hablan entre sí, alientan el uno al otro», dijo. Para una buena parte de los cristianos el desafío es perdonar y orar por aquellos que les causaron tanto daño emocional y físico. «He escuchado a algunos de los cristianos que han sido torturados decir que tienen dificultades para hacerlo. Pero ellos saben que deben orar por sus perseguidores y cuando dan la otra cara, sienten la bendición de Dios», cuenta.

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