ITALIA.- El sacerdote italiano Athos Turchi, profesor de filosofía en la Facultad Teológica de Italia Central, afirmó que el infierno no es un espacio, ni un lugar. «El infierno es el estado del alma que está lejos de Dios, en el odio y en contraste con Dios», dijo en una entrevista con el Vaticano.
Durante una discusión sobre el misterio de la muerte de Cristo, Turchi recordó que en el Credo (profesión de la fe católica), Jesús fue crucificado y tras su muerte, fue sepultado y «descendió a la mansión de los muertos».
«No descendió al infierno para liberar a los condenados, ni para destruir el infierno de la condenación, sino para liberar a los justos que lo habían precedido», destacó.
El papa Francisco, por su parte, dijo que «el infierno es estar lejos de Dios». Durante una misa, en noviembre de 2016, mencionó que el infierno no es una sala de tortura. «Inferno es estar lejos para siempre del Dios que da la felicidad y el Dios que tanto nos ama», subrayó.
Tanto el sacerdote como el papa afirmaron que el concepto de infierno encaja mejor en la desesperación humana que ilustra un «estado» de infierno, que está dentro del corazón del hombre, del alma y de su mente. «No está en algún lugar».
Inferno es una opción
Sosteniendo la idea de que el infierno no es una forma de condenación, el Papa afirmó que, en realidad, «es una elección». En otra misa, en 2015, Francisco hizo una mención semejante.
«Usted no es enviado al infierno, es usted que va por elección propia. El infierno es querer apartarse de Dios, por no querer el amor de Él».
«El diablo está en el infierno porque él quiso. Él es el único que estamos seguros de que está en el infierno», continuó. Más tarde, en la sala de prensa, aún reveló que el concepto de infierno como está en la Biblia «no es una transcripción fiel» y aunque es «fruto de una reconstrucción». «No podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra Él, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos. Morir en pecado mortal sin arrepentirse significa quedarse separado del Todopoderoso, por nuestra propia opción«, dijo el padre Turchi. «La única forma de salvación es estar en el amor de Dios, aceptando a Cristo», concluyó.