NOTICIACRISTIANA.COM. – La preocupación por cómo algunas iglesias han actuado en la generación actual ha sido tema de debates entre pastores y líderes de generación, como el pastor de la Asamblea de Dios en Água Branca, Piauí, José Gonçalves.
Exprofesor de teología griega, hebrea y sistemática de la Facultad Evangélica de Piauí y comentarista de Lecciones Bíblicas para Jóvenes y Adultos editadas por el CPAD, con varios libros ya publicados, el líder religioso alertó contra lo que clasificó como “aflojamiento doctrinal” de las iglesias.
“El pentecostalismo comenzó como un movimiento periférico, que gracias al poder del Espíritu Santo y al fuerte compromiso de sus líderes fundadores, ganó relevancia, reconocimiento y prestigio”, comentó el pastor.
Según José Gonçalves, “sin embargo, lo que fue conquistado a fuerza de intervenciones sobrenaturales y muchas lágrimas derramadas muestra signos de enfriamiento y vaciamiento”.
«Mundano»
Tras su comentario, el pastor Gonçalves señaló el “ laicismo ” y el “consumismo” como los principales factores del “enfriamiento” del pentecostalismo en Brasil, según su interpretación.
El laicismo se caracteriza por la introducción de elementos no doctrinales en la vida cotidiana de las iglesias. Es decir, costumbres y enseñanzas que antes no formaban parte de la vida de la congregación, por ser contrarias a la Biblia, comienzan a influir en los cristianos.
“En mi opinión, en la base de este enfriamiento están el laicismo y el consumismo, que convirtieron las iglesias en lugares de conciertos y entretenimiento; institucionalismo, que fomentó disputas por el espacio y el poder, transformando algunas Convenciones en verdaderos Ayuntamientos”, señaló el pastor según la revista Comunhão (Comunión).
José Gonçalves concluyó citando un pasaje bíblico y llamando a la Iglesia de Cristo a volver a sus orígenes teológicos. Criticó “el relajamiento ético y doctrinal, que ha mundanizado a muchas iglesias y las ha convertido en meros clubes sociales. Aquí está la alerta bíblica dijo : ‘No apaguéis al Espíritu’ (1 Tes 5,19)”.
