NOTICIACRISTIANA.COM.- En un impactante caso en Australia, catorce miembros de una secta pentecostal conocida como «Los Santos», fueron condenados por homicidio involuntario tras la muerte de Elizabeth Struhs, una niña de 8 años.
La pequeña falleció después de que se le negara la insulina necesaria para tratar su diabetes tipo 1 debido a las creencias religiosas del grupo.
Miembros de la secta condenados
El juez de la Corte Suprema de Queensland, Martin Burns, emitió un veredicto de casi 500 páginas, condenando a los padres de Elizabeth, Jason Richard Struhs (53 años) y Kerrie Elizabeth Struhs (49 años); su hermano Zachary Alan Struhs (22 años); y otros 11 miembros de la secta: Loretta Stevens, Therese Stevens, Andrea Stevens, Camelia Stevens, Acacia Stevens, Alexander Stevens, Sebastian Stevens, Keita Martin, Lachlan Schoenfisch y Samantha Schoenfisch.
Jayde Struhs, hermana de Elizabeth, criticó al sistema de bienestar infantil por no proteger adecuadamente a su hermana. Los condenados enfrentan una posible cadena perpetua, y la sentencia está programada para el 11 de febrero.
El grupo, que se autodenominaba «La Iglesia» o «Los Santos», en lugar de tratar a Elizabeth con insulina cuando enfermó debido a su diabetes, oró por su curación. Cuando ella murió, continuaron orando por su resurrección durante otras 24 horas antes de llamar a las autoridades locales.
Contexto de la vida de Elizabeth
Jason y Kerrie Struhs, quienes están casados desde 1996, tienen ocho hijos, pero solo dos de ellos son adultos. Jayde Struhs, la hija mayor, dejó la familia a los 16 años.
Aunque los Santos no están afiliados a ninguna denominación religiosa en particular, Jayde Struhs dijo que la familia asistía a la iglesia Revival Centres International en Brisbane antes de que se formara la secta.
El juez Burns escribió: «Hasta su muerte, Elizabeth Rose Struhs era una niña vibrante y feliz con, por supuesto, toda su vida por delante. Dejó una impresión duradera en muchos con quienes entró en contacto, ya sea a través de su escolarización o durante el tratamiento y control de una condición médica que se le diagnosticó por primera vez en 2019: diabetes tipo 1».
Elizabeth fue diagnosticada en 2019, y su condición requería un tratamiento constante con insulina. Sin embargo, debido a las creencias religiosas de la secta, se le negó este tratamiento esencial.
En una ocasión, en 2019, Elizabeth casi muere debido a complicaciones de su diabetes, pero fue llevada al hospital por su padre, quien aún no era miembro de la secta en ese momento.
A pesar de la oposición de su madre, Elizabeth recibió tratamiento y se recuperó. Sin embargo, la secta atribuyó su recuperación únicamente a Dios y no al tratamiento médico.
Durante su hospitalización, Elizabeth pesaba solo 13 kilos, cuando el peso promedio de una niña de su edad es de aproximadamente 21 kilos.
Su madre nunca la visitó en el hospital ni participó en las sesiones de entrenamiento sobre cómo cuidar a Elizabeth en el futuro. Jason Struhs, su padre, testificó que le había dicho a su esposa en numerosas ocasiones que el entrenamiento era necesario y que si Elizabeth no recibía la insulina que necesitaba, moriría.
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