NOTICIACRISTIANA.COM- El pasado domingo 12, la misión Samaritan’s Purse celebró la inauguración de la Iglesia Bíblica de Lake Clark en la remota comunidad de Port Alsworth, Alaska. Franklin Graham, presidente de la organización, consagró la iglesia al Señor y destacó la importancia de llevar el Evangelio “hasta los confines de la Tierra, y eso significa Alaska”.
El servicio inaugural contó con la asistencia de unas 120 personas, incluyendo miembros locales y familias de la región, quienes celebraron la materialización de un sueño que llevaba décadas gestándose. “Solo quiero agradecer a Dios por darnos el privilegio de trabajar aquí en Alaska. Estamos agradecidos. Le alabamos y le damos gloria”, afirmó Graham.
La construcción del edificio involucró a casi 400 voluntarios provenientes de 38 estados durante 19 semanas. La nueva iglesia cuenta con un templo con capacidad para 200 personas, guardería, cocina, oficinas y un salón multiusos para estudios bíblicos y actividades juveniles.
Antes de la construcción, los miembros se reunían en gimnasios al aire libre durante el verano y en espacios temporales en invierno, enfrentando las duras condiciones climáticas de la región.
Luke Wegner, pastor principal desde 2019, señaló que el nuevo edificio permitirá desarrollar el ministerio durante todo el año. Russell Richardson, gerente de construcción, destacó que el templo no solo es seguro, sino un “faro para la comunidad y la misión evangelística”.
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Proyecto en Alaska
Corey Lynch, director del proyecto en Alaska, explicó que la meta de Samaritan’s Purse es construir iglesias o centros comunitarios en cada aldea aislada del estado.
Residentes locales consideran la iglesia un refugio espiritual y social. Sonnet Smith, madre de diez hijos, celebró que los niños tengan opciones para acercarse a Jesús y que las madres puedan reunirse mientras los pequeños juegan. Diane Owens, voluntaria, oró por cada rincón del templo, pidiendo que quienes lo visiten amen a Jesús y difundan su mensaje.
Port Alsworth, con 175 residentes permanentes y dos pistas de aterrizaje, se convierte ahora en un punto central de evangelización para las aldeas vecinas, ofreciendo esperanza y un espacio seguro para la comunidad.
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