NOTICIACRISTIANA.COM.- El obispo T.D. Jakes utilizó sus redes sociales para hablar, por primera vez, después de sufrir una enfermedad repentina durante su predicación del domingo (24), cuando fue ayudado y llevado a un servicio médico de emergencia.
En su primera declaración pública tras el incidente, Jakes apareció en una silla de ruedas, acompañado por una profesional de la salud, y agradeció a todos por las muestras de amor, oraciones y preocupaciones por su salud.
Jakes afirmó que no tiene miedo de morir, pero que no quiere causar dolor a sus hijos, a las personas que lo aman y a la iglesia que necesita de él. «En momentos como este, solo tengo que ser agradecido», dijo.
En una declaración escrita, Jakes aclaró que el «incidente de salud» no fue un derrame cerebral.
El momento en que Jakes sufrió el mal repentino fue grabado y se viralizó. El obispo estaba en el escenario, terminando un sermón de una hora, cuando bajó el micrófono y comenzó a temblar.
Rápidamente, los miembros de la iglesia se acercaron, rodearon el escenario y comenzaron a orar. Los asistentes de Jakes lo socorrieron de inmediato.
Declaración completa de Jakes
No se ha informado cuándo Jakes volverá al púlpito.
«Servir al pueblo de Dios es un privilegio extraordinario, y el domingo no fue la excepción, ya que lo di todo para transmitir el mensaje que Dios puso en mi corazón. Aun cuando sentí el peso de mi humanidad y seguí adelante, incluso el más fuerte debe confiar en Su fuerza. Le doy gracias al Señor por no haber tenido un derrame cerebral, sin embargo, el evento podría haber sido fatal si no fuera por la intervención de Dios.
Un agradecimiento especial a Dios y a los profesionales médicos de nuestra ciudad, cuya rapidez y experiencia han ido más allá de lo excepcional. Mi trabajo es recuperarme y reflexionar sobre la protección de Dios. Le debo a mi increíble familia y a los miembros de la iglesia descansar mientras Él me restaura a Su servicio.
Al llamarnos Dios a honrar el día de reposo, se me recuerda que el descanso no es una debilidad, es un don divino. A medida que continúo siendo fortalecido por Su gracia, me maravillo de mi familia y del tremendo equipo de liderazgo que me rodea. Juntos, avanzamos, firmes en la obra que el Señor ha puesto delante de nosotros. ¡He escuchado de amigos en la comunidad global que han expresado el amor de Dios de maneras asombrosas!
La fidelidad de Dios era inconfundible para todos los presentes. Me siento eternamente honrado por su efusión de amor y apoyo. Siempre daré lo mejor de mí. Que su presencia continúe guiándoos y sosteniéndoos y proporcionándoles paz y protección a todos vosotros».
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