Jovenes Cristianos, un movimiento que hace pensar.

Jóvenes que tienen clara la película. Así de simple. Servir a Cristo.

No son católicos, no son adventistas, no pertenecen a alguna secta, no son testigos de Jehová ni mormones… simplemente son CRISTIANOS. Así se autodefinen. Aman a Dios y Jesucristo, su hijo, por sobre todas las cosas.

Son jóvenes comunes y silvestres. Jóvenes que tienen su familia. Jóvenes que han pasado por muchas cosas antes de conocer el llamado AMOR DE DIOS.

Se aferran a esto para seguir cada día, se guían por su palabra (la Biblia) y se dan el tiempo de orar (hablar con Dios). Adoran a Dios con su música, música creada para El.

Pero tampoco esto es color de rosas, cuando un joven decide ser cristiano, nadie le promete que será un sendero atiborrado de hermosas flores, un paraíso.

Deben luchar contra los prejuicios que la sociedad, y que sus propios pares les tienen. Deben luchar contra las críticas y contra el aislamiento que muchas veces sufren. Sin embargo muchos de ellos nunca niegan que son cristianos, nunca niegan que están enamorados de Jesús. No lo hacen para poder integrarse. Al contrario, lo reafirman más.

También deben luchar con sus propias tentaciones, las tentaciones propias de la
adolescencia, muchas veces deben luchar contra su pasado, y su amor propio, como ocurre casi siempre en todas partes.

No es un sendero de hermosas flores, al contrario es un sendero con muchas espinas, con muchas rocas, con muchos obstáculos que vencer. Nadie dijo que ser cristiano era fácil, pero muchos de ellos van por la vida diciendo -hey, sonríe hay alguien más que te ama, hay alguien más que se preocupa por ti, y que te conoce desde antes que vinieras al mundo y quiero que tú lo conozcas!!!

Pienso y sé, que tal vez esto generara muchas suspicacias. Pero este mundo tampoco sé mueve sin gente suspicaz. Y es esa la intención, pensar, tratar de ir mas allá. ¿Porque si estos jóvenes pueden llevar una vida así, yo no, usted no?

Indaguemos en nuestros corazones y veamos que hace falta, tal vez lo que haga falta es cuestionarnos mas, lo digo yo, que de mis 16 años de vida, llevo más de la mitad cuestionándome todo esto.

Fuente: Publicado en diario secular Rancahuaso

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