NOTICIACRISTIANA.COM- La médico residente del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Ana Grau, decidió entregar su miedo por el Covid-19 a Dios. La decisión la tomó luego de haber sufrido en carne propia los estragos por el nuevo virus en los pacientes que atendía a diario.
La joven de 26 años se especializó en geriatría y desde entonces ha trabajado de la mano con adultos mayores, una de las poblaciones más afectadas por el coronavirus.
Recuerda que un día en el hospital les reunieron “para decirnos que se iba a saturar en los próximos días y que no habría ventiladores para todos. Iba a ser muy duro y que muchos de nosotros nos íbamos a contagiar”.
Días después de la noticia, falleció una compañera de trabajo con 28 años por el Covid-19, poco mayor que ella.
«Dios nunca me dejó sola»
Ana creía que cuando llegara el momento de enfrentarse al virus tendría “una actitud superheroica”, pero la realidad era que estaba aterrorizada por lo que le podría suceder al estar en contacto con muchos pacientes en tratamiento Covid-19.
En esta actitud fue como miró a la cruz y leyó una frase que alivió su corazón: “yo nunca te dejo sola porque lo que haces es de mi agrado”. Sentí que “ya no estaba sola y que Dios estaba conmigo”, dijo la joven médico.
Fue allí cuando entregó todos sus miedos por la enfermedad a Dios para ayudar al mayor número de personas y poder servir como instrumento a sus pacientes.
Recuerda que su primera guardia fue una pesadilla, “horrible”. Había pacientes por el suelo, ahogándose sin oxígeno mientras se hacían una enorme cantidad de certificados de defunción.
Era como la guerra. “Recuerdo llegar a casa y llorar, pero Dios siempre ha estado ahí. Nunca me ha dejado sola, como me lo prometió”, afirma.
La joven asegura que de esta forma esta es la forma en la que Jesús le ha acompañado en esta dura lucha porque afirma que “al final la cruz forma parte de la vida. Pero puedes pedir a Jesús que te ayude a llevarla”.
“Ahora que en España las cosas se han vuelto a poner mal pido a Jesús que me ayude todos los días: ayúdame a ayudarte a ti a llevar almas al cielo porque es lo más importante», manifiesta Ana.
Esta joven a sus 26 años ha ganado una experiencia en unos meses que en otra situación podría no haber tenido en toda su carrera. Y lo ha vivido desde la fe.
Publicado en: NOTICIACRISTIANA.COM- Entérate diariamente de las noticias cristianas evangélicas.
