NOTICIACRISTIANA.COM.- La ex stripper Dana Candillo creció en la pobreza y en un ambiente familiar enfermo en Missouri, Estados Unidos. Su madre era una adolescente adicta a las drogas y al alcohol, y su padre estaba preso.
A los 8 años, Dana fue abusada sexualmente por un conocido de su madre. Herida, la niña sintió que nadie se preocupaba por ella. “Me desgarraron; en total deterioro. Sentí que algo andaba mal conmigo”, dijo, informe CBN News.
Carente de amor y aceptación, a los 12 años, Dana trató de satisfacer sus necesidades emocionales a través de fiestas, drogas y alcohol. “Buscaba por todas partes amor, atención, alguien que se diera cuenta de que existía o se preocupaba por mí”, reveló.
Durante la escuela secundaria, la adolescente comenzó a trabajar como modelo y a participar en concursos de belleza. Luego, cuando Dana tenía 17 años, el dueño de un salón de bronceado que frecuentaba la invitó a participar en concursos de bikini.
“Empezó a llamar a mi casa. Hubo acoso, coacción, manipulación. Empezó a hablarme de bailar como stripper . Era difícil decir que no a las cantidades de dinero de las que se hablaba”, afirmó Dana.
La joven debutó en un club de striptease en Nebraska. Tras su primera noche en el escenario siguió y estuvo siete años y medio en la industria del sexo.
Encontrar el amor de Dios
Un día, Dana recibió una llamada de su madre, diciéndole algo nuevo: se había convertido en cristiana y estaba viviendo una nueva vida con Cristo. La madre la invitó a ir a la iglesia y la hija aceptó.
“Dejó por completo el tabaco, el alcohol. Fue como un milagro. Ver este proceso de transformación me hizo ir a ver qué estaba pasando”, dijo la ex stripper.
En su primer servicio, la joven se sintió tocada por Dios, pero la culpa de trabajar como bailarina le impidió pasar al frente del púlpito y entregar su vida a Jesús.
Por primera vez, la ex stripper se sintió amada. “Sentí este encuentro real y auténtico con Dios. Él dijo: ‘Yo soy tu padre. No eres huérfana’”, declaró Dana.
Candillo nunca volvió a los escenarios nocturnos. Obtuvo su título en ciencias y se convirtió en enfermera. Con la vida restaurada, Dana ahora se dedica al ministerio de tiempo completo y está casada con Rocky, un pastor de jóvenes.
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