NOTICIACRISTIANA.COM.- Una ex prostituta contó su testimonio de conversión al Evangelio, describiendo cómo Dios la transformó por completo. Al entregarse a Jesús, encontró la libertad del crack y la prostitución.
En un reportaje en video, Janet Taylor Gwyn dijo que a los 4 años perdió a su madre. Luego ella y sus hermanas se fueron a vivir con su abuela, una mujer temerosa de Dios que las crio en el Evangelio.
Cinco años después, su abuela también falleció. Las niñas fueron a vivir con una tía, que también iba a la iglesia. Pero allí no tuvieron buenos ejemplos: “Cuando vivía con mi tía comencé a ir a la iglesia. Mi tía tenía sus propios hijos y uno de ellos abusaba de mí”, reveló.
“No se lo dije a nadie porque no quería separarme de mis hermanas. Mantuve este secreto durante muchos años”, recordó, señalando la raíz del trauma que le causó su temprana y forzada vida sexual.
“Cuando tenía 14 años, comencé a tener citas e inmediatamente me volví sexualmente activa”, dijo. Y agregó que a los 16 años comenzó a fumar marihuana y a experimentar con otras drogas.
Adicto y en la calle
Después de tener dos hijos, Janet, que vivía en California, se encontró atrapada en una espiral de adicción al crack. Su vida se desmoronaba mientras luchaba contra la dependencia. A pesar de mudarse geográficamente, las cosas no mejoraban. Janet reflexionó sobre su situación: “El problema no estaba en los lugares donde vivía; el problema estaba en mí”.
Con el tiempo, Janet se vio atrapada en una relación abusiva y tuvo su tercer hijo mientras seguía luchando contra las drogas. Para mantener su hábito, comenzó a prostituirse en Florida. La proximidad al mundo de las drogas la llevó a la delincuencia, y Janet pasó tiempo en prisión.
Encuentro con Jesús
En 1994, Janet escuchó una canción en la radio y la letra de la canción la conmovió profundamente, llevándola a arrepentirse. “Conocí al Señor Jesús en prisión, y era el último lugar donde esperaba que estuviera. Pero él estaba allí”.
“Comencé a derramar mi corazón ante Dios. “Dije: ‘Sé que mi abuela te oró, pero no sé si eres real’. Le pedí al Señor que se revelara a mí. ‘Sólo sálvame. Sólo dame otra oportunidad y sálvame’, y lo hizo”, testificó.
Janet, ahora ex prostituta, fue liberada de sus adicciones. Después de su liberación, comenzó a vivir una nueva vida en Cristo: “Me hice maestra después de ser prostituta en la calle. Me convertí en profesora de inglés en la escuela secundaria. Dios me permitió ir a la universidad y graduarme. Y luego, después de enseñar durante cuatro años, regresé a la universidad, obtuve una maestría y me convertí en director de una escuela cristiana”, informó.
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