NOTICIACRISTIANA.COM.- Erin Brewer, una niña que comenzó a identificarse como un niño tras ser agredida sexualmente a los 6 años. Pensaba que si fuera un chico, la violación no habría ocurrido.
Después de la agresión, se vistió con la ropa de su hermano y se cortó el pelo. La disociación de su cuerpo se manifestaba en rabia, golpeándose la cabeza con un cepillo al verse en el espejo.
Una maestra notó la situación de la niña y la refirió a un psicólogo escolar, quien animó a su madre a mostrar su feminidad de manera positiva. Así como a exponerla a modelos femeninos fuertes.
También recomendó que Brewer se uniera a un grupo para niños con dificultades de comunicación. Esto, la ayudó a reconciliarse con su identidad como mujer.
Aunque luchó contra el deseo de no ser mujer durante su adolescencia, la orientación recibida y la llegada de su período la ayudaron a aceptar su sexo biológico. “Fue gradual, pero me cansé de luchar contra la realidad”, dijo Brewer a The Christian Post.
Agradeció a la maestra que la ayudó y le aterra pensar que hoy en día la escuela habría alentado sus sentimientos de disforia de género.
Niñas no reciben la ayuda necesaria
“Me parte el corazón pensar en las niñas que no reciben la ayuda que necesitan. En cambio, se les dice que nacieron en el cuerpo equivocado”, dijo llorando.
“Sobre todo porque muchas de estas niñas sufrieron agresiones sexuales. Y, en lugar de recibir la ayuda que necesitan para procesar lo que les ocurrió, esa agresión sexual se deja de lado. Al final, es casi como si volvieran a ser agredidas cada vez que se refuerza su confusión de género”.
Ahora, Erin Brewer es una oradora pública que aboga contra los procedimientos de mutilación corporal en niños y la transición social para aquellos con disforia de género.
Aunque nunca tomó drogas ni se sometió a cirugía de cambio de sexo, pidió a los maestros que no la trataran como niña y la llamaran “Timothy” en un momento dado.
Ahora, madre de tres hijos, es consciente de que tal vez nunca hubiera dado a luz si hubiera seguido ese camino cuando era niña.
Vida adulta
Sin embargo, la historia de Brewer no termina con la resignación a no ser un chico.
Las inseguridades sobre su cuerpo y necesidad de atención masculina, la llevaron a hacer pornografía a los 40 años. Lo que la hizo sentir valiosa y querida por un tiempo. Un terapeuta incluso la animó a seguir, comparándola con una trabajadora social.
Hasta ese punto, no veía como malo la pornografía y continuó hasta septiembre de 2019.
En ese año, asistió a un evento en el Eagle Forum en Washington, DC. Allí, experimentó una sensación de amor incondicional y decidió dejar la pornografía.
Una comunidad cristiana la rodeó y la ayudó a verse como hija de Dios. Antes de entregarse a Dios, Brewer tenía más de 400 videos en Pornhub, que borró después de encontrar a Cristo.
Brewer aconseja a padres y funcionarios escolares que ayuden a los jóvenes a manejar sus sentimientos de incomodidad con sus cuerpos. Y no permitir que crean que tienen defectos intrínsecos.
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