Nínro Ruíz Peña
EE.UU.-Según Christian Today, un grupo de más de 50 líderes evangélicos, expresó su opinión de manera oficial en medio del debate político que está ocurriendo en los Estados Unidos. En función del resultado de las elecciones, el país con el mayor complejo militar-industrial en el mundo – aproximadamente el 30% de la producción mundial – podría sufrir cambios drásticos en su política exterior. Desde la década de 2000, los EE.UU. se ha involucrado en las guerras de Afganistán, Irak, Siria, Yemen, y participa e indirectamente en muchos otras.
Hay movimientos que piden la reducción de la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internacionales. Diferentes estudiosos, periodistas y líderes de movimientos sociales han hecho una crítica pública, pidiéndoles que abandonen la idea del pacifismo cristiano. Algunos de ellos provienen de universidades evangélicas conocidas como Wheaton College y Duke University
La declaración de siete páginas es parte de Providence, una revista que se ocupa de cuestiones teológicas y políticas del momento. «Los cristianos de otros países se han equivocado, utilizando al estado el mismo padre de la iglesia o del individuo, lo que resulta en pacifismo y lo que creemos es que es una abdicación de las responsabilidades legítimas del gobierno”, cita el material.
La declaración examina siglos de enseñanzas de la Iglesia sobre el tema del pacifismo y la guerra justa, además de considerar el delicado momento crucial que el mundo está pasando por la crisis humanitaria de miles de refugiados que piden refugio en Europa y Estados Unidos.
«Hacemos una declaración de principios en la tradición de la reflexión cristiana sobre el papel del Estado y el uso de la fuerza, desde Agustín y Santo Tomás, pasando por Lutero y Calvino, Niebuhr y Elshtain», afirman citando importantes teólogos que escribieron sobre la guerra y la violencia en el mundo.
También hacen consideraciones bíblicas sobre la creación y la prerrogativa del dominio del hombre sobre la tierra. «En algunos casos, el gobierno puede ser una gran herramienta de poder satánico, pero si se ejerce de manera justa, de acuerdo con el plan de Dios, este mismo poder será una herramienta de bendición, justicia y orden».
La declaración no se posiciona contra el pacifismo propio o contrario a las enseñanzas de Jesús sobre la paz. Sin embargo, se afirma que «todas las naciones pueden y deben participar en el esfuerzo colectivo para promover la gobernabilidad responsable y mutua seguridad».
Al mismo tiempo sostienen que es el papel de los Estados Unidos «fomentar una cultura de orden liberal en todo el mundo», incluso si se tiene que usar la fuerza en casos de acciones militares. Así que para ellos es una antigua máxima de que aquellos que quieren la paz deben prepararse para la guerra. Aunque no habla directamente del terrorismo o el extremismo islámico, afirman que los problemas actuales provienen de la falta de libertades, incluida la religiosa.