Se ha confirmado el asesinato de un responsable de los cristianos evangélicos en Mosul (Irak) que había sido secuestrado, el segundo asesinato de religiosos cristianos en dos meses. Se trata del diácono de la «National Protestant Evangelical Church» -la iglesia presbiteriana más antigua del país, fundada en 1840-, Monther Saqa, de 69 años.
Se sigue sin noticias, además, del sacerdote caldeo secuestrado en Bagdad el lunes pasado.
UNA BALA EN LA CABEZA
Secuestrado el 26 de noviembre, Saqa fue hallado con una bala en la cabeza a los cuatro días. Los secuestradores habían pedido un rescate de un millón de dólares, añadiendo amenazas del tipo: «Mataremos a todos los cristianos empezando por él».
Las instituciones protestantes estaban dispuestos a negociar con los secuestradores e intentar dar la suma pedida; pero a pesar de ello, han encontrado su cadáver. El asesinato aterroriza a todos los cristianos en Irak, sean o no evangélicos.
Mientras, en Bagdad –la ciudad donde también el nivel de inseguridad para los cristianos es muy elevado- la comunidad caldea esperan aún noticias del padre Sami Al-Rais, rector del seminario mayor caldeo en Al Dora, párroco de la anexa iglesia de San Pedro y San Pablo y profesor de Moral en el «Babel College» -que dirige la Iglesia católica en Bagdad (única Universidad Teológica Cristiana en el país)-.
El secuestro del sacerdote caldeo, es el quinto que registra la capital irakí contra esta comunidad religiosa desde el pasado julio.
REFUGIADOS EN TURQUÍA
Muchos cristianos se vieron obligados a salir de Irak hace un tiempo y no pueden ahora regresar a su patria, donde además, encontrarían otras personas ocupando sus casas y labrando sus campos.
PERSECUCIÓN CONTRA LAS MINORÍAS CRISTIANAS
Según la asociación de defensa de derechos religiosos Middle East Concern (MEC), muchas familias cristianas siguen emigrando de Bagdad y la región de Mosul debido a los numerosos ataques contra ellos y sus lugares de culto perpetrados en septiembre y octubre.
El 17 de septiembre, una monja italiana, que trabajaba como voluntaria en un hospital de Mogadiscio, fue asesinada a balazos por hombres armados en la capital de Somalia. El crimen estuvo directamente vinculado a las recientes declaraciones del Papa sobre el Islam: una fuente del movimiento islamista somalí lo reconoció.
Pocos días después, tres condenados por liderar los enfrentamientos de un grupo cristiano contra musulmanes en las Islas Celebes hace cinco años, que esperaban una revisión de su proceso desde hace meses a petición de numerosos grupos de defensa de los derechos humanos, fueron ejecutados en lugar secreto.
Todavía en gran parte del mundo musulmán la gente está obligada a creer en Mahoma bajo pena de muerte. Entre los países con ‘sharia’ vigente están, además de Afganistán, Sudán, Arabia Saudí, el norte de Nigeria, y gran parte de Somalia.
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