El Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), está a punto de encontrar la partícula de Dios (el bosón de Higgs), el mayor descubrimiento siglo XXI. Investigadores del Large Hadron Collider (LHC), el mayor acelerador de partículas del mundo, dicen que están tan cerca de ese descubrimiento cuando presenten los resultados de dos de los experimentos en la búsqueda de Higgs, publica la agencia EFE.
CERN, en una rueda de prensa realizada hoy martes en Ginebra, explicó que la partícula de Higgs tiene una masa de aproximadamente 126 Gigaelectrovoltios (GeV), aunque ha apuntado que las medidas no son suficientes todavía para reclamar el descubrimiento de la partícula.
La partícula de Dios o el bosón de Higgs, es una partícula subatómica responsable de dar a todas la demás partículas su masa. Por lo tanto es crucial para la comprensión del Universo, según explican los científicos que están ansiosos por descubrir esta partícula de Dios, esencial para comprender cómo se formó el Universo, para completar el Modelo Estándar de física de partículas.
“Es probable que diga que tenemos fuertes indicios de la existencia de la partícula y que espera que esto sea confirmado en 2012”, profesor Rolf Heuer, director del CERN, Pero Heuer y sus colegas no pueden hacer ninguna otra declaración pública.
A comienzos de marzo dispondrán de suficiente información para saber con certeza si la partícula existe o no, y en ese momento es cuando el descubrimiento o no-descubrimiento será oficial.
¿Qué es un ‘bosón’?
Las partículas subatómicas se dividen en dos tipos: fermiones y bosones. Los fermiones son las partículas que componen la materia, mientras que los bosones portan las fuerzas o interacciones.
Los componentes del átomo (electrones, protones y neutrones) son fermiones, mientras que el fotón, el gluón y los bosones W y Z, responsables respectivamente de las fuerzas electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil, son bosones.
¿Cómo se busca el bosón de Higgs?
El bosón de Higgs no se puede detectar directamente, ya que una vez que se produce se desintegra casi instantáneamente dando lugar a otras partículas elementales más habituales.
Lo que se pueden ver son sus “huellas”, esas otras partículas que podrán ser detectadas en el LHC.