British Airways confirmó que le había comunicado la decisión a la afectada, que tenía una semana para volver a apelar. La aerolínea recordó que tiene 34.000 empleados en todo el mundo y que todos tienen que cumplir la normativa de uniformes. British Airways insistió en que su política de uniformes, similar a la de sus rivales, es un intento de ofrecer una imagen profesional y consistente en todos los países en los que opera.
LA FE MUEVE MONTAÑAS
Pero esta tímida mujer de 55 años le ha ganado el pulso a la todopoderosa British Airways (BA). Nadia Eweida podrá llevar al cuello la cadena con su estimada cruz que el mes pasado le fue prohibido porque no se ajustaba a la política de uniforme de la compañía aérea.
El gran apoyo logrado por Nadia -cien diputados ingleses de todas las ideologías, catorce obispos e innumerables usuarios de la línea- ha mostrado a BA la gran oposición social que existe a sus medidas.
LA IGLESIA DE INGLATERRA, DECISIVA
La decisiva intervención de la Iglesia de Inglaterra, con el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams al frente, ha acabado por convencer a BA de que si bien pudo jugar con las cosas de la fe, desde luego no puede permitirse hacerlo con las de comer: la Iglesia Anglicana amenazó con vender su participación de casi 14 millones de euros en acciones de la compañía.
Además, estaba el boicot anunciado por los mencionados cien diputados del Parlamento británico, que en apoyo a la azafata avisaron que no usarían los aviones con bandera de BA en sus frecuentes desplazamientos.
La revisión permitirá llevar una cruz o crucifijo en colgante, y probablemente insignias en la solapa.
Nadia, cristiana con familia de origen copto, se negó a ocultar bajo la ropa su crucifijo y rechazó dejar el mostrador de BA en el aeropuerto de Heathrow para trabajar en oficinas interiores como le ofrecía la empresa, por lo que fue suspendida en su empleo. Ahora, dice, ha acogido como un «gran alivio» esta marcha atrás.
EFE/ABC. Redacción: ACPress.net
Abc