Unión Europea presiona a Israel para dividir Jerusalén

Federica Mogherini es una italiana que a los 16 comenzó a estudiar la política internacional. Recién investida como jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), su primera visita oficial fue en Israel y los territorios palestinos. Además de las reuniones con el primer ministro Benjamin Netanyahu, el presidente, Reuven Rivlin, y el ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Liberman, todos israelíes, también se reunió con los líderes palestinos.

El pasado sábado (8) durante una conferencia de prensa en Gaza, Federica dijo: «Necesitamos un Estado palestino. Este es el objetivo y esta posición es compartida por toda la Unión Europea». También advirtió que «el mundo no va a apoyar una nueva guerra en la región».

La jefa de la diplomacia europea había pedido el día 7, durante su visita a Jerusalén, la reanudación urgente de las negociaciones de paz. Su discurso enfático no fue bien recibido por las autoridades de Israel, a causa de la nueva ola de conflictos que el país ha enfrentado.

Los recientes enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes terminaron de cerrar el acceso al Monte del Templo. Ya van más de dos semanas, que se producen cada día enfrentamientos, dejando víctimas mortales en ambos lados.

Antes del viaje, Mogherini concedió una entrevista a varios periódicos europeos, afirmando que su deseo es ver la formación de un Estado palestino «en los próximos cinco años», y que era necesario «un nuevo comienzo» en el Medio Oriente.

«La acción europea puede ser decisiva durante este momento tan importante, tal vez el más difícil que esta región ha experimentado alguna vez», agregó. Haciendo hincapié en la necesidad de un «acuerdo global», es importante que todos los 28 estados miembros de la Unión Europea tengan una posición única en el Medio Oriente.

Según The Wall Street Journal, hay una comprensión de diversas naciones que deberían seguir los pasos de Suecia y el Reino Unido, quien reconoció el mes pasado, a Palestina como un Estado independiente, pasando por encima de la ONU. El reconocimiento obligaría a una división de Jerusalén, para dar cabida a la capital anunciada por el Estado palestino, algo que el gobierno de Netanyahu rechaza enfáticamente.

Este tipo de discurso es visto por los expertos como una clara señal de que la comunidad europea tiene la intención de intervenir cada vez más en las negociaciones de paz entre israelíes y árabes, que era articulado anteriormente sólo por los EE.UU.

Comparte este artículo

No puede copiar contenido de esta página