ISRAEL.- «La piedra que cayó del Muro de las Lamentaciones a principios de la semana prueba que Israel creó un plan para destruir la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén«, la afirmación es del portavoz de Al Fatah, grupo político-militar liderado por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
Una grúa de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) retiró la piedra de casi 200 kg que se había desprendido de la pared del Muro de Lamentaciones en la parte sur, conocido como «Ezrat Yisrael». Nadie resultó herido.
Hasta el momento, los arqueólogos de la AAI no determinaron lo que causó la caída de la piedra que formaba parte del Muro desde el tiempo de Herodes, edificado en el siglo 1 a. C. estructura cerca del Monte del Templo, lugar donde quedaba el lugar más sagrado para los judíos. Desde 705, cuando Jerusalén fue conquistada por los musulmanes la mezquita de Al-Aqsa está en el lugar.
Los palestinos usaron el incidente para retomar una antigua acusación infundada que Israel planearía destruir la mezquita de Al Aqsa para construir el Tercer Templo.
Osama Qawassmeh, portavoz de Al Fatah, dijo el jueves que el desplazamiento de la piedra era «una señal peligrosa de lo que estaba ocurriendo en la mezquita de Al Aqsa y sus alrededores», en una referencia al trabajo arqueológico que viene sucediendo cerca del lugar.
«Afirmamos que la mezquita de Al-Aqsa y sus alrededores, incluyendo lo que está por debajo de ella, son totalmente islámicos», dijo Qawassmeh. «Los judíos no tienen derecho a él [terreno].
Reclamó también que las visitas de los judíos al Monte del Templo, así como las excavaciones arqueológicas israelíes «abajo» del Monte del Templo, son un «crimen contra todas las religiones y una flagrante violación de la santidad de la religión del islam».
Acusando a Israel de trabajar para causar un conflicto religioso, Qawassmeh insiste en que el gobierno israelí conspira para «enterrar cualquier perspectiva de coexistencia en la región». Declaró también que Jerusalén es «puramente árabe y palestina, y no puede haber paz y estabilidad sin acabar con la ocupación de la ciudad por Israel».
Omar Kiswani, responsable de la mezquita Al-Aqsa, acordó que la caída de la roca fue resultado directo de las excavaciones arqueológicas israelíes. Pidió además el envío de un comité internacional para el área, que pueda investigar las «acciones de Israel».
[ Fuente: Jerusalem Post ]