Pastor sordo vence preconcepto y planta iglesia

MICHIGAN, EE.UU.- El pastor Scott Blanchard, de Michigan (EEUU) no es un líder de una iglesia común. Nacido con un serio problema que restringe su audición en un 80%, es técnicamente sordo. Habiendo aceptado a Cristo a los 7 años de edad, él siempre entendió que tenía un llamado.

Obviamente fueron muchos los obstáculos enfrentados, pues en la vida toda la gente dudó de su capacidad de proclamar el Evangelio a un público de oyentes. A causa de su condición, también tiene mucha dificultad para articular ciertas palabras.

En la mayor parte de su infancia y juventud, Blanchard sufrió baja autoestima, pero aprendió a superar obstáculos y dudas hasta lograr convertirse en un exitoso plantador de iglesias.

En 2010, él y su esposa comenzaron a la Iglesia de Lakepointe, en la ciudad de Macomb. El pastor ya bautizó a más de 150 personas y su congregación actual pasa de 250. Además, inició un trabajo de acción social que provee alimentos para cerca de 40 familias de escasos recursos cada mes.

«En mi iglesia, no tenemos sordos – sólo yo. Hemos crecido y seguirá creciendo… Para mí, hay un constante recordatorio de que estoy cumpliendo la palabra de Dios y que en Cristo, todo es posible», dijo Blanchard en una entrevista con Christian Post.

El pastor de 43 años explica que, cuando era niño, tuvo serios problemas en la escuela para acompañar a la clase. Se acabó reprochando y necesitó ser insertado en un programa especial. Cuando estaba en el quinto año ya sabía que quería pasar su vida predicando y tener un ministerio. Él frecuentaba una escuela cristiana y muchos allí hablaban de ser pastores, se envolvían en las actividades en la capilla, como el coral, del que no podía participar.

«La mayoría de mis amigos decía ‘Scott, usted no puede predicar… Usted probablemente no debería hacer eso. No es para ti «, recuerda. «He tenido ese conflicto interno a causa de mi pérdida de audición y baja autoestima… he luchado contra eso durante años».

Mirando hacia la adolescencia, destaca que sufrió mucho cuando pensaba que necesitaba hablar en público. «Yo tenía miedo de ver a la gente riéndose de mí, sacudiendo o simplemente no entendiéndome. «Yo tenía tanta duda y tanto miedo», admite.

Sólo en el último año logró inscribirse para hacer un devocional durante el culto en la capilla de la escuela. Fue su primer sermón. «Hablé sobre Moisés diciendo a Dios que él no podía hablar [delante del faraón]. Dios le dijo a Moisés: ‘Yo lo creé de la manera que tú eres y hablaré por ti’. Yo estaba predicando para mí mismo. Era un sermón que yo necesitaba oír«, recuerda.

«Esa fue la primera vez que conseguí hacer lo que realmente quería. Este fue un gran hito en mi llamado», conmemora Blanchard.

De conserje a pastor

Después del fin de la escuela secundaria, Blanchard fue a la Facultad Cristiana de Pensacola, en la Florida. Mientras cursaba la teología, comenzó a trabajar en la Iglesia Bautista Marcus Pointe, que tenía unos 1.500 miembros. Él sirvió aquella iglesia durante 10 años – entre 1999 y 2009. Comenzó como guardián, pasando después al ministerio infantil, hasta llegar a pastor asistente.

Un gran cambio en su vida ocurrió en 2004, cuando participó en una conferencia en la Iglesia Saddleback, del pastor Rick Warren. Por primera vez tuvo contacto con plantadores de iglesias.

La idea de ser un misionero e iniciar una iglesia lo acompañó por algunos años, hasta que resolvió presentarse en la agencia misionera de la denominación en 2008. Acabó quedando en último lugar en la lista previa de 12 pastores que buscaban financiamiento para sus proyectos.

«Cuando llegó mi turno, los evaluadores automáticamente pensaron que un sordo no podía pastorear una iglesia. «Me pusieron al final de la lista», destaca. Sin embargo, acabó probando en las entrevistas y presentaciones que tenía plenas condiciones. Al final del período de evaluación, terminó en primer lugar y recibió el apoyo necesario.

Mirando a todas las barreras vencidas a lo largo de los años, incluyendo financieras, él no tiene dudas: «Dios tenía un plan en todo eso».

Actualmente, Lakepointe colabora con la plantación de otras dos iglesias en el área metropolitana de Detroit. El foco de su congregación es misionero y están trabajando en una iniciativa cristiana para combatir la trata de seres humanos. Además, Blanchard resalta que su iglesia hace mucho trabajo voluntario y de evangelización en los parques locales.

La convicción del pastor es que Dios continuará usando su vida y la congregación que él lidera para cosas aún mayores en los próximos años.

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[ Fuente: Christian Post ]

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